La Unión General de Trabajadores (UGT) ha expresado su descontento con «la falta de voluntad negociadora» de la patronal del transporte sanitario de Castilla-La Mancha en relación a la renovación del convenio colectivo, que se encuentra caducado desde febrero de 2023. Después de más de un año de negociaciones sin avances significativos, el sindicato ha señalado que se han agotado los plazos y ha denunciado una falta de buena fe en el proceso.
En julio, un laudo arbitral estableció de manera clara las condiciones de trabajo y ofreció orientación a ambas partes sobre el camino a seguir. UGT Servicios Públicos ha argumentado que, desde esa fecha, la patronal ha tenido tiempo suficiente para hacer progresos en las negociaciones, pero no ha mostrado disposición para alcanzar un acuerdo justo.
El sindicato manifiesta que «el tiempo se está acabando, los trabajadores y trabajadoras merecen un convenio justo». Además, ha alertado que, si no reciben una respuesta concreta en los próximos días, emprenderán las «acciones oportunas» para garantizar el bienestar y los derechos laborales de los empleados.
UGT subraya que esta situación afecta directamente a los trabajadores, quienes llevan más de un año esperando un acuerdo que mejore sus condiciones laborales. «No podemos permitir que la patronal siga retrasando el proceso sin justificación», han afirmado en un comunicado.
Ante la falta de avances, UGT está considerando la posibilidad de convocar movilizaciones si no se logra una respuesta favorable. La organización sindical ha manifestado que ha agotado todas las vías de diálogo y reafirma su compromiso de luchar por un convenio que refleje las necesidades y derechos de los trabajadores.
El sindicato concluye que «la responsabilidad de una ruptura definitiva en las negociaciones recae directamente sobre la patronal, cuya falta de voluntad ha sido evidente a lo largo del proceso». UGT espera que la patronal tome conciencia de la importancia de llegar a un acuerdo, o de lo contrario, se verán obligados a actuar.