Uganda inicia una operación de verificación de refugiados sin precedentes

El gobierno de Uganda inició el jueves una operación de verificación de identidad a gran escala utilizando los datos biométricos de los refugiados en el país.

Con el apoyo del ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, y el Programa Mundial de Alimentos, el Gobierno ugandés ha comenzado a registrar las huellas dactilares y a escanear el iris de más de un millón de refugiados.

El objetivo de esta operación es garantizar que todos los refugiados estén debidamente registrados y puedan recibir protección y asistencia.

El Gobierno está utilizando el software de registro biométrico del ACNUR, que ya ha sido empleado para registrar a 4,4 millones de refugiados en 48 países de todo el mundo. Sin embargo, la operación en Uganda será la más grande en la historia del ACNUR.

Los refugiados cuyos datos hayan sido verificados y registrados recibirán nuevas tarjetas de racionamiento y sus datos serán utilizados para proporcionarles asistencia.

La operación se llevará a cabo en todos los asentamientos de refugiados, así como entre los refugiados que viven en zonas urbanas de la capital, Kampala. Se espera que esté terminada en septiembre de 2018, con seis equipos trabajando simultáneamente para registrar a 18.000 personas por día.

Douglas Asiimwe, encargado de la protección de refugiados en la oficina del primer ministro, asistió al lanzamiento de la operación en el asentamiento de refugiados de Oruchinga, al suroeste del país.

“Hoy voy a tener mucho trabajo”. 

“Esta operación sigue una directriz del primer ministro sobre la verificación de los datos de registro de los refugiados”, dijo a los refugiados en el asentamiento de refugiados.

“Nos ayudará a garantizar que tengamos información fiable para poder ayudar y proteger a los refugiados de forma efectiva y eficiente”.

Oruchinga tiene registrados 6.852 refugiados y se espera que la operación de verificación dure hasta el 4 de marzo, registrando hasta 3.000 personas por día.

El ugandés Robert Byaruhanga se unió al ACNUR una semana antes del lanzamiento y, el primer día, él y otros 64 funcionarios del ACNUR y del Gobierno ya estaban recopilando datos en el asentamiento de Oruchinga.

El día anterior, Robert aún estaba aprendiendo los conceptos básicos de su nuevo trabajo con su colega y compatriota Winnie Mugisa.

“Ayer, Winnie me ayudó a registrar a 12 personas”, dijo, sentado detrás de su escritorio, junto a un lector de huellas digitales, un escáner de iris, una cámara web y su ordenador portátil. “Salió bien. Hoy voy a tener mucho trabajo”.

Winnie, que se unió al ACNUR en 2007, también se está preparando para asumir esta gran tarea. Al igual que muchos de sus colegas, a menudo es enviada desde la oficina local de ACNUR en la región norte de Arua para realizar este tipo de tareas.

“Los refugiados han trabajado mucho”. 

“Estamos acostumbrados a registrar a un gran número de personas cada día, pero hoy va a haber más trabajo de lo habitual”, dijo. “La verificación es muy importante. Necesitamos tener un sistema, un estándar”.

La operación en Oruchinga cuenta con el apoyo de 42 voluntarios de la comunidad de refugiados que colaboran con las labores de traducción y el control de la multitud.

Gabrielle Low, oficial de terreno del ACNUR, ayuda a administrar la operación y a organizar a los voluntarios. Su objetivo es que todo “fluya como el agua”. En tan solo dos semanas, ha visto como el asentamiento se ha transformado, ahora cuenta con tres enormes carpas, baños, área de juegos para niños y servicio de catering para el personal y los voluntarios.

“Pasamos de estar en un campo de fútbol vacío a esto, ha sido increíble”, dijo, durante un breve descanso. “Los refugiados han trabajado mucho, ayudando con la movilización y relacionándose con la comunidad”.

El representante del ACNUR, Bornwell Kantande, añadió: “Queremos tener mejores servicios para todos los refugiados y las comunidades de acogida, y la base para esto es la verificación de los datos biométricos”.

En Ginebra, el portavoz del ACNUR, Babar Baloch, hizo hincapié en que la verificación garantizará que los refugiados y solicitantes de asilo aparezcan adecuadamente en el sistema de registro y ayudará al Gobierno ugandés a mejorar la precisión de sus datos.

“Esto asegurará que los recursos y servicios proporcionados por el ACNUR y sus socios lleguen a los destinatarios previstos”, dijo en una conferencia de prensa en el Palacio de Naciones en Ginebra.

Uganda alberga a 1,4 millones de refugiados, de los cuales más de un millón han ingresado al país en los últimos 18 meses. Otros continúan llegando desde la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.

Uganda tiene una de las políticas más progresistas en el mundo en cuanto a los refugiados. Se les otorgan terrenos, se integran con las comunidades locales y se les permite trabajar y abrir negocios.

Por Kate Bond. 

Gracias al Voluntario en Línea David Martin Santidrian por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.

Fuente: http://www.acnur.org

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