Ucrania vuelve a enfrentarse a una serie de ataques deliberados contra su infraestructura energética, según ha denunciado el ministro de Energía ucraniano, Herman Galushchenko. Este jueves, el funcionario informó de un «ataque masivo» lanzado por Rusia, que ha llevado a la empresa eléctrica nacional, Ukrenergo, a implementar cortes de electricidad de emergencia para mitigar los daños potenciales a sus instalaciones.
Varias olas de misiles, complementadas con el uso de drones, fueron reportadas durante las primeras horas del día, golpeando distintas regiones que abarcan el norte, centro y sur de Ucrania. La ciudad de Járkov, en el nordeste del país, fue una de las afectadas, sufriendo el impacto de múltiples misiles, como confirmó su alcalde, Igor Teréjov, a través de las redes sociales.
Las sirenas antiaéreas resonaron en Kiev y otras partes de Ucrania mientras se registraban explosiones en la región noroeste de Volinia. Las fuerzas armadas rusas también alcanzaron infraestructuras en la región nororiental de Sumi. Desde marzo, Rusia ha ejecutado al menos diez ataques de gran envergadura contra el sistema eléctrico ucraniano, causando severos daños a numerosas centrales eléctricas y reduciendo significativamente la capacidad de generación y distribución de energía del país.
Un incidente previo ocurrido el 17 de noviembre subraya la gravedad de esta estrategia, forzando a Ucrania a reinstaurar cortes programados de electricidad para conservar energía ante la escasez de generación provocada por la destrucción de infraestructura vital. Este patrón de ataques parece enmarcarse dentro de un intento por parte de Rusia de desmoralizar a la población ucraniana, dejándola sin acceso a servicios básicos durante el invierno, además de debilitar la economía nacional.
Los ataques contra la infraestructura energética de Ucrania no solo ponen en riesgo la seguridad y bienestar de sus ciudadanos sino que también subrayan la urgencia de un apoyo internacional más robusto para Ucrania ante la persistente agresión rusa. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, esperando encontrar caminos para brindar asistencia y asegurar que el pueblo ucraniano pueda superar estas adversidades.
