El plató de “El cazador” se transformó de manera inesperada, el pasado 25 de diciembre, en un ring de boxeo para acoger un emocionante enfrentamiento entre dos de los concursantes más queridos por el público: Rafa Castaño y Orestes Barbero. La ocasión no solo fue un reencuentro televisivo, sino un evento bien recibido en estas fechas festivas, gracias a la emisión de un especial que prometía reavivar la chispa de la competencia.
Televisión Española, en su esfuerzo por revitalizar la programación de invierno, había grabado este tipo de especiales antes de la final del concurso, presentando a sus mejores participantes en combates a nivel de “cazadores”. Muchos esperaban con ansias ver a Castaño de vuelta en la cocina del entretenimiento tras su histórica victoria en “Pasapalabra”, donde se llevó el mayor bote del programa: 2.272.000 euros.
Ahora, con una nueva carrera profesional como científico de datos, Rafa se armó de ingenio para desafiar a Orestes, quien a lo largo de su trayectoria también ha demostrado ser un formidable contrincante. “Me dedico a la inteligencia artificial y me va a hacer falta inteligencia para ganar hoy al cazador”, bromeó Castaño antes del inicio del espectáculo. Con su humor habitual, el ambiente se cargó de expectación.
La dinámica del programa introdujo novedades, y cada concursante se enfrentó a un cazador diferente. Así fue como, nuevamente, los caminos de Castaño y Orestes se cruzaron, conocidos por su buena química en 197 episodios previos en Antena 3. “Ilusionado” por volver a estar frente a las cámaras, Castaño recordó el afecto que siente por su colega, mientras que ambos compartieron risas y alguna que otra broma en los momentos previos a su duelo.
Al iniciar la competencia, se le ofrecieron a Castaño 85.000 euros; sin embargo, decidió conformarse con los 12.000 euros que había acumulado en la primera fase del concurso. La tensión aumentó mientras la “caza” se desarrollaba, pero, finalmente, el sevillano logró clasificar a la ronda final junto a su compañera Susana García. Allí, ambos lograron un triunfo impresionante, acumulando 26 respuestas correctas y venciendo por un margen de solo dos respuestas a la contrincante Paz Herrera.
Con una sonrisa visible, Rafa compartió su alegría: “Me he quitado la ‘espinita’. Este programa a mí me pone muy nervioso porque no depende del todo de ti y, cuando ganas, gusta todavía más”. La emoción de haber triunfado en “El cazador” fue aún más significativa para él tras su primera y desafortunada experiencia en el concurso en 2020, cuando había caído frente a la misma ‘cazadora’.
Finalmente, este especial no solo sirvió como su regreso a la televisión, sino que también consolidó el cariño y respeto que ambos participantes tienen uno por el otro, en un juego donde la competencia se entrelaza con la camaradería. Así concluyó una noche donde el entretenimiento y la emoción se fusionaron, dejando a los espectadores con ganas de más.
