En un vibrante giro de eventos que marcó el fin de año en España, la retransmisión de las Campanadas de 2024 desde la Puerta del Sol en Madrid se convirtió en el escenario de una batalla audiencial entre dos de las figuras televisivas más prominentes del momento: David Broncano y Cristina Pedroche, quienes acompañados por sus respectivos compañeros, Lalachus y Alberto Chicote, se enfrentaron por captar la máxima atención del público durante el último minuto del año.
La competencia, que era anticipada como un auténtico choque de trenes, tuvo un resultado sorpresivo: Broncano, conocido por su estilo irreverente y fresco en el programa «La revuelta», junto a Lalachus, logró revertir la tendencia declinante en audiencias que TVE había experimentado durante los últimos tres años, en gran medida debido al denominado ‘efecto Pedroche’ y la expectación generada alrededor de sus elecciones de vestuario para la ocasión.
Según datos avanzados por la consultora Dos30′, la propuesta de TVE con Broncano y Lalachus al frente capturó a 5.642.000 espectadores en el minuto de las campanadas, arrojando un share del 33,1%, lo que no solo significó una notable mejora respecto al año anterior sino que también reinstauró a la cadena pública en el liderato de esa franja horaria crucial. Por contraste, aunque Cristina Pedroche y Alberto Chicote apenas notaron un cambio en su audiencia respecto al año pasado, manteniendo a 5.550.000 espectadores pegados a sus pantallas, no fue suficiente para conservar la corona, situándose muy cerca con un 32,6% de share, pero detrás de la oferta de TVE.
Lo sorprendente de este giro es que, en lugar de una disminución de la audiencia para Pedroche y Antena 3 debido a la competencia, ambos programas mantuvieron cifras impresionantes, subrayando la elevada expectativa y el interés que generan las campanadas en el público español. La estrecha diferencia entre ambos, de apenas 92.000 espectadores y cinco décimas de cuota de pantalla, evidencia un panorama competitivo en el que, más que un vencedor claro, lo que se celebra es la diversidad de propuestas capaces de congregar a millones frente al televisor en una noche tan especial.
En contraste, Telecinco, que optó por trasladar su retransmisión a Lanzarote en busca de un enfoque renovado, quedó considerablemente rezagado en esta carrera por la audiencia. La cadena, que ya arrastraba dificultades en años anteriores para conectar con el público en esta fecha clave, registró un share de apenas 3,5% y 600.000 espectadores, una cifra que pone en perspectiva el dominio que TVE y Antena 3 ejercieron en la nochevieja de 2024.
Este panorama reafirma la vitalidad y la importancia de las campanadas como un evento televisivo en España, y la edición de 2024 quedará en la memoria como una en la que la tradición se encontró con la innovación, demostrando que aún hay espacio para sorpresas y para que nuevos talentos brillen en una de las noches más especiales del año.