Donald Trump ha tomado un giro inesperado en su postura respecto al caso de Jeffrey Epstein, instando ahora a los congresistas republicanos a apoyar una votación en la Cámara de Representantes para hacer públicos los archivos relacionados con el financiero acusado de múltiples abusos sexuales y tráfico de menores. Este cambio se produce a raíz de la filtración de correos que sugieren que Trump estaba al tanto de las actividades de Epstein, lo que el expresidente había desestimado como una estrategia de los demócratas para desacreditarlo.
A través de Truth Social, Trump proclamó que “no tenemos nada que esconder” y urgió a los republicanos a unirse en la votación que se llevará a cabo esta semana. Sin embargo, la reciente alianza con sus correligionarios en el Congreso es notable, especialmente dado que figuras como Mike Johnson, presidente de la Cámara, ya habían apoyado la divulgación de los documentos antes de su declaración. Esta presión interna sobre Trump refleja un creciente deseo entre los republicanos de esclarecer la relación que muchos prefieren mantener en la sombra.
Simultáneamente, el expresidente ha enfrentado críticas de sus aliados más cercanos por su resistencia a la publicación completa de los archivos. A pesar de su reciente respaldo a la iniciativa, un patrón de continua oposición podría surgir si el asunto avanza al Senado, lo que haría que Trump se enfrente a decisiones difíciles sobre su voto, ya que el escándalo de Epstein sigue atrapando la atención pública y afecta profundamente las dinámicas del Partido Republicano.
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