El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra en el foco de la polémica nuevamente tras declarar el pasado sábado que está convencido de que será arrestado el próximo martes en el marco de la investigación en su contra por el presunto pago de un soborno a la actriz de cine porno Stephanie Clifford, más conocida como Stormy Daniels.
La investigación que tiene lugar en la ciudad de Nueva York se centra en si el equipo legal de Trump supuestamente pagó a Daniels para que no revelara una aventura que supuestamente mantuvieron el magnate y ella. Estos pagos podrían haber violado las leyes de financiamiento de campaña, lo que llevaría a Trump a una situación comprometida.
El expresidente, en una entrevista para la cadena de noticias OAN, se mostró muy preocupado por su propia situación judicial, llegando incluso a afirmar que «pueden arrestarme el martes», pero que «lo más probable es que no suceda esto, pero si me arrestan, estoy listo para ir a prisión», dijo.
Esta afirmación del expresidente no solo llama la atención por la gravedad del tema al que se refiere, sino también por la forma en que la hace. Trump, acostumbrado a una retórica grandilocuente, se muestra ahora sumamente preocupado por lo que pueda pasar, lo que hace pensar que la situación puede ser más grave de lo que él mismo sugiere.
El caso Stormy Daniels es solo uno de los muchos problemas judiciales que enfrenta Trump. A eso se suma la investigación que se lleva a cabo en el estado de Georgia, donde sus abogados podrían enfrentar cargos criminales por su participación en la llamada «llamada perfecta», en la que Trump intentó presionar a las autoridades locales para que alteraran los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Asimismo, el fiscal general de Nueva York, Letitia James, también investiga las finanzas de la Organización Trump, a la que se acusa de varios delitos financieros y fiscales.
A pesar de todas estas investigaciones y posibles cargos, Trump mantiene una base de seguidores leales que lo respaldan en todo momento. Para estas personas, el expresidente es víctima de una «cacería de brujas» política, mientras que para sus detractores es un corrupto que debe responder por todos sus actos.
Lo cierto es que la situación legal de Trump sigue siendo muy delicada, y la declaración que hizo sobre su posible arresto no parece ser una simple bravuconada, sino algo que podría suceder en cualquier momento. Habrá que esperar a ver qué sucede en los próximos días y meses, y si finalmente el expresidente debe pagar por sus supuestos delitos en un tribunal de justicia.