En un emotivo acto celebrado en el Despacho Oval este viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un cálido adiós a Elon Musk, quien abandona su notable puesto en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Durante este evento, Trump elogió a Musk por su excepcional contribución al servicio gubernamental, describiéndolo como “uno de los líderes empresariales e innovadores más grandes que el mundo haya dado”.
El magnate tecnológico, conocido por su revolucionaria visión y liderazgo en empresas como SpaceX y Tesla, asumió un papel crítico en el DOGE, cargo que Trump destacó como un “empleado especial del Gobierno”. Según el presidente, Musk ha jugado un papel fundamental en el impulso de una de las reformas gubernamentales más radicales y trascendentales de las últimas generaciones.
El anuncio de Musk sobre su decisión de dejar el cargo el miércoles causó sorpresa, pero él aseguró que continuaría apoyando al equipo de DOGE y que seguiría estando en contacto con la Casa Blanca como amigo y asesor del presidente. En su despedida, vestido informalmente con camiseta, chaqueta negras y una gorra, Musk expresó su entusiasmo por seguir colaborando con la administración y su deseo de volver al Despacho Oval.
En agradecimiento por su labor, Trump entregó a Musk una llave simbólica, resaltando que bajo su guía DOGE ha identificado y reducido el despilfarro, modernizado sistemas obsoletos, encontrado fallas “increíblemente estúpidas” y malas prácticas, y emprendido importantes recortes en el presupuesto gubernamental que han resultado en el ahorro de 175.000 millones de dólares del presupuesto federal.
La ceremonia no solo sirvió para honrar a Musk por su servicio sino también para recalcar el impacto de su trabajo en el rediseño de la eficiencia gubernamental. El mandatario expresó su confianza en que Musk, aunque no forme parte oficialmente del Gobierno, seguirá contribuyendo significativamente al proyecto que ha sido como un «bebé» para él.
Este evento marca el fin de una era para DOGE, pero también señala el inicio de una nueva fase de colaboración entre Elon Musk y la administración Trump, prometiendo futuros proyectos que continúen la transformación y la mejora de los servicios gubernamentales en Estados Unidos. La partida de Musk deja un vacío en el cargo, pero también establece un precedente de innovación y eficiencia que, sin duda, influirá en las futuras iniciativas del departamento.
