La Administración del presidente Donald Trump ha propuesto hacer más rigurosos los requisitos para el examen de ciudadanía, lo que incluye la posibilidad de añadir un componente de ensayo y aumentar los criterios de aprobación. Esta medida se enmarca en una estrategia más amplia destinada a respaldar su retórica sobre el fraude migratorio, la cual ha estado en el centro de su discurso político.
Joseph Edlow, director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU., argumenta que el examen actual es «demasiado fácil» y que un formato más estricto mejoraría la evaluación del conocimiento cívico y constitucional de los solicitantes. En un evento reciente, Edlow mencionó que además de los cambios en el examen, se reactivarán entrevistasy la agencia adoptará un enfoque más adversarial en su aplicación de la ley, dejando atrás el modelo centrado en la atención al solicitante.
Con estas propuestas, la Administración busca establecer un nuevo estándar en el proceso de naturalización, enfatizando su compromiso en combatir lo que consideran fraude en la inmigración, y marcando un claro cambio de dirección en la política migratoria del país.
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