El informe presentado por miembros demócratas del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes Estadounidenses, señala al expresidente Donald Trump como un deficiente declarante de regalos extranjeros y aún más alarmante, como un deficiente receptor, alegando que Trump no declaró correctamente cientos de regalos valuados en cerca de 300.000 dólares.
El Comité también informó que Global Energy Producers, una empresa rusa, hizo dos pagos a la sociedad que posee la Trump International Hotel en Washington, por un total de 1,1 millones de dólares, en 2017. La empresa es propiedad de Leonard Blavatnik, uno de los hombres más ricos del mundo, quien también hizo importantes donaciones a Trump y a los republicanos, en el mismo periodo.
Esta información resalta el vínculo entre los muertos flujos de efectivo y los regalos hacia la familia Trump, así como las conexiones con altos dignatarios extranjeros. Esto deja al descubierto que aunque el exmandatario haya abandonado la presidencia, la relación irregular y frágil que sostuvo con otros países mientras estuvo en el poder, aún tiene consecuencias.
Para algunos, esto no es una gran sorpresa. Desde el inicio de su mandato, Trump tuvo una postura de distancia y desinterés hacia la ley del gobierno federal que busca limitar las posibles manipulaciones externas que pueden influir en el liderazgo de la nación. Trump al parecer se consideraba a sí mismo como una excepción a esta regla, expresando “Puede que la ley sea diferente para otras personas”.
El hecho de que Trump no haya divulgado de manera adecuada los regalos extranjeros es un gran problema ético. Además, el informe destaca que el presidente no solo no hizo declaraciones precisas, sino que también asumió la propiedad de algunos regalos que por ley deben conservarse por el gobierno. Debido a este incumplimiento, los regalos pueden considerarse propiedades del ahora expresidente, pero aún no se sabe si Trump los ha entregado al gobierno de Estados Unidos.
El Comité sigue investigando la situación para determinar la posibilidad de conflictos de intereses, especialmente con Gobiernos extranjeros que tienen intereses en el país. La información obtenida sugiere que existe una preocupación real acerca de la posibilidad de influencia externa sobre el expresidente que puede haber afectado su desempeño en el cargo, lo que socava la integridad y la credibilidad del gobierno de Estados Unidos.
En conclusión, este informe es importante porque resalta el fracaso de Trump para cumplir con la obligación de informar de los regalos extranjeros, que como se ha demostrado, incluyeron enormes contribuciones y, por lo tanto, pueden servir como una forma oculta de influencia externa en su mandato. Esta falta de divulgación plantearía problemas éticos y legales, y debe abordarse con urgencia para evitar cualquier posible daño futuro.