En un contexto político europeo cada vez más polarizado, Bélgica da la bienvenida a un nuevo partido de extrema derecha que toma el acrónimo de TRUMP, que significa «Todos Unidos por la Unión de los Movimientos Populistas». Este fenómeno político, encabezado por Salvatore Nicotra, ex presidente del Frente Nacional, busca ocupar el vacío dejado por otras formaciones de derecha y propone un enfoque populista y socialmente afín, con la aspiración de atraer a una población francófona históricamente moderada.
Nicotra ha declarado que su partido se distingue por su visión unitaria, en contraste con la independencia flamenca promovida por el Vlaams Belang, buscando cohesión territorial mientras aboga por políticas de identidad nacional y un estricto control migratorio. Sin embargo, figuras polémicas en su cúpula han suscitado preocupaciones, incluso entre sectores conservadores, sobre el rumbo ideológico del nuevo movimiento que planea participar en las elecciones federales y al Parlamento Europeo en 2029.
Aprovechando el descontento social y el desgaste de los partidos tradicionales, TRUMP intenta emular el estilo directo y provocador de Donald Trump, apelando a un sentimiento de desconexión entre la clase política y el ciudadano común. Su lema, adaptado del “America First”, se centrará en la defensa de la soberanía nacional frente a la burocracia de Bruselas y la inmigración irregular, en un esfuerzo por reavivar el espíritu populista en el viejo continente.
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