«Trump denuncia acusaciones «soviéticas» de los demócratas en su proceso de impeachment»

El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho público su descontento con el Partido Demócrata después de que estos hayan anunciado que van a recurrir a prácticas «soviéticas» para imputarlo por los pagos realizados a la actriz tras la relación sexual que ambos mantuvieron años atrás.

La actriz, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, afirmó en 2018 que mantuvo una relación sexual con Trump en 2006 y que poco antes de las elecciones presidenciales de 2016, un abogado del actual expresidente le pagó 130.000 dólares para que mantuviera silencio sobre el asunto.

Desde el momento en el que se destapó el escándalo, Trump ha negado en todo momento haber mantenido relaciones sexuales con su supuesta amante, aunque nombres como el de Michael Cohen, su antiguo abogado, estuvieron en boca de todos tras reconocer su implicación en las operaciones de silenciamiento.

Pero ahora, después de que el Partido Demócrata haya anunciado su intención de recurrir a prácticas «soviéticas» para imputar a Trump por los pagos realizados a la actriz, los ánimos se han vuelto a encender. El expresidente ha acusado a sus rivales políticos de intentar convertir a los Estados Unidos en una nación comunista y se pregunta si esta forma de actuar es realmente la que los ciudadanos del país quieren para su futuro.

Lo cierto es que el juicio político que ya ha sido presentado y que ha comenzado su curso en el Senado tiene poco de soviético y ha sido llevado a cabo siguiendo los procedimientos establecidos en la Constitución estadounidense. Además, cientos de abogados y expertos en derecho constitucional ya han explicado que el proceso es perfectamente legal y que Trump debe responder por los delitos de los que se le acusa.

Por este motivo, la acusación de Trump de que se están llevando a cabo prácticas soviéticas resulta un tanto desacertada. Es cierto que la Unión Soviética fue un país conocido por su represión política y su falta de libertades, pero si algo caracteriza a los Estados Unidos es precisamente su sistema judicial justo y equitativo.

Lo que sí resulta preocupante es la retórica que está utilizando Trump para defenderse en esta acusación. El expresidente no solo ha acusado a sus rivales políticos de llevar a cabo prácticas soviéticas, sino que ha llegado incluso a poner en duda la legitimidad del país al cuestionar si la forma de actuar del Partido Demócrata es la que los ciudadanos estadounidenses quieren para su futuro.

Esto puede resultar especialmente peligroso si tenemos en cuenta que Trump cuenta con una base de seguidores muy fiel que todavía le apoya a pesar de todas las acusaciones que se le han hecho. Si el expresidente sigue insistiendo en que los demócratas están tratando de hacerse con el control del país de forma ilícita, puede generar una gran división en la sociedad estadounidense y sembrar la semilla de la desconfianza hacia las instituciones.

Por todo ello, es importante que Trump tenga cuidado con sus palabras y evite utilizar discursos alarmistas que puedan generar una controversia innecesaria. Es cierto que se encuentra en un momento difícil y que su imputación y juicio político pueden suponer un gran problema para él, pero eso no justifica el arrojo de acusaciones fuera de lugar que afecten al buen funcionamiento de la democracia y el estado de derecho.

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