La retórica entre Estados Unidos y Rusia alcanza un nuevo pico de tensión mientras las negociaciones para un alto el fuego en Ucrania parecen estancarse. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su profundo disgusto hacia Vladimir Putin, calificándolo de responsable por la falta de progreso en las conversaciones.
En una reciente llamada a NBC News, Trump no escatimó palabras para describir su frustración, señalando que está «muy enfadado» y «muy cabreado» con la actitud del líder ruso. De hecho, ha ido tan lejos como para amenazar con imponer sanciones adicionales al petróleo ruso, dependiendo de cómo se desenvuelva la situación. «Si decido que Rusia es la única culpable de esta parálisis, impondré aranceles secundarios a todo el petróleo que salga de Rusia», afirmó el mandatario estadounidense.
La tensión se intensificó aún más tras las recientes declaraciones de Putin, quien sugirió reemplazar al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, con un gobierno «temporal» apoyado por las Naciones Unidas y los Estados Unidos, una propuesta que Trump condenó por no contribuir de manera constructiva a las negociaciones de paz.
A pesar de criticar a Zelenski en el pasado, llamándolo «dictador» por no convocar elecciones durante un tiempo de guerra, Trump especificó sus amenazas de imponer «aranceles secundarios». Según Trump, esto significaría que cualquier entidad que compre petróleo ruso quedaría excluida de hacer negocios con los Estados Unidos, enfrentándose a un arancel del 25% sobre el crudo, con la posibilidad de aumentarlo entre 25 a 50 puntos.
El líder estadounidense también reveló que tiene programada otra conversación con Putin para la semana próxima, durante la cual espera aclarar la situación. A pesar de la fuerte retórica, Trump insiste en que mantiene una «excelente relación» con Putin, sugiriendo que toda su frustración podría disiparse «muy rápidamente» si Rusia actúa de manera que él considere apropiada.
Este cruce de declaraciones y amenazas subraya la volatilidad de la situación en Ucrania y la complejidad de las relaciones internacionales involucradas. A medida que el mundo observa, la dirección que tomen las negociaciones y las acciones de los líderes de Estados Unidos y Rusia serán cruciales para determinar el futuro inmediato de la región.