En un incidente que ha resaltado la continua tensión y violencia en los territorios palestinos ocupados, soldados israelíes mataron a tiros a una activista estadounidense de origen turco, Ezgi Eygi, en una aldea cerca de Nablus, en Cisjordania. Eygi, quien participaba en una manifestación pacífica contra la expansión de los asentamientos israelíes, fue trasladada de urgencia al hospital Rafidia de Nablus tras resultar gravemente herida en la cabeza. Pese a los esfuerzos médicos, la activista fue declarada muerta en la unidad de cuidados intensivos.
La tragedia ocurrió durante la marcha semanal pacífica en la aldea de Beta, que culminó en violencia cuando las fuerzas israelíes intervinieron, disparando munición real, granadas y lanzando gases lacrimógenos contra los manifestantes. Según informes, esta represión no es un hecho aislado; los participantes de estas marchas, que buscan protestar contra lo que muchos en la comunidad internacional consideran una expansión ilegal de los asentamientos israelíes en territorio palestino, a menudo se enfrentan a respuestas violentas.
Las palabras de Alon Lee Green, activista israelí y codirector del movimiento pacífico «Standing together», reflejan la desesperación de la situación: «Esta marcha semanal siempre se enfrenta al fuego real porque no hay manera legal para que los palestinos se manifiesten bajo régimen militar israelí en Cisjordania». Además del lamentable fallecimiento de Eygi, un palestino de 18 años resultó herido de metralla durante el mismo incidente.
Ezgi Eygi era voluntaria en el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM), una organización que trabaja en campañas destinadas a proteger a los agricultores palestinos de los ataques y la intimidación por parte de los colonos israelíes. Su muerte se suma a la ya elevada cifra de confrontaciones mortales en la región; tras el estallido de la guerra en Gaza y en lo que va de 2024, más de 330 palestinos han perdido la vida debido al fuego israelí, según recuentos de agencias de noticias. El año 2023 cerró como el más letal en dos décadas con más de 520 muertes, incluyendo civiles y menores.
Recientemente, las tropas israelíes se retiraron del campo de refugiados y la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania, después de una incursión de diez días que ha sido descrita como una de las ofensivas más violentas de las últimas décadas, dejando tras de sí más de treinta palestinos muertos, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad palestino.
La muerte de Ezgi Eygi en circunstancias tan trágicas enfatiza la urgente necesidad de abordar las crecientes tensiones y buscar una solución justa y pacífica al prolongado conflicto entre Israel y Palestina. Mientras la comunidad internacional expresa su conmoción y tristeza, surge la pregunta de cómo se pueden evitar futuras tragedias y qué pasos se pueden tomar para garantizar los derechos y la seguridad de todos los involucrados.
