En una nueva edición de «Gran Hermano», una vez más, el plató se convirtió en el epicentro de controversias y emociones contrapuestas. Maica Benedicto, exconcursante del reality, enfrentó otro momento difícil cuando fue abucheada por el público presente. Este incidente ocurrió luego de un intercambio acalorado con la madre de Ruvens, otro participante del programa, en medio de una transmisión en vivo.
El motivo del desencuentro se originó tras las críticas lanzadas por Benedicto hacia Ruvens. La reacción no se hizo esperar, y la madre de este último irrumpió en defensa de su hijo, contrarrestando las acusaciones de Maica. Las palabras de la madre fueron contundentes, acusando a Benedicto de falsedad y de mostrarse diferente tanto dentro como fuera de la casa. Según ella, su hijo había sido leal y fiel a sus amigos desde el comienzo, algo que, a su parecer, Maica no había logrado ser.
El plató reaccionó con aplausos a favor de la madre de Ruvens, aprobando su intervención y dejando en claro el apoyo hacia su hijo. Por otro lado, Maica intentó defenderse argumentando que su comportamiento era una respuesta a las humillaciones sufridas dentro de la casa y que, al salir, el cariño recibido de la gente le permitió valorarse más. Sin embargo, sus palabras no lograron el efecto esperado, siendo recibidas con abucheos por parte de la audiencia.
En un momento destacado del encuentro, la madre de Ruvens lanzó un comentario definitivo, recordándole a Maica que había sido expulsada por votación del público, sentencia que fue seguida de una nueva ola de aplausos. Al final, la discusión se cerró con un simple «Señora, adiós» por parte de Maica, evidenciando la imposibilidad de reconciliación.
Este episodio sumó otro capítulo a la polémica estancia de Maica Benedicto en «Gran Hermano», marcando un precedente en el programa de este año. Los favoritismos de la audiencia han quedado claros, inclinándose hacia Ruvens y Óscar de cara a la gran final, mientras Maica se enfrenta al rechazo tanto dentro como fuera del plató. En medio de confrontaciones y revelaciones, «Gran Hermano» sigue siendo un escenario impredecible donde las emociones del público juegan un papel tan crucial como las de sus concursantes.