La sede de la ONCE en Toledo fue el escenario elegido para la presentación del balance del programa de montaña inclusiva y adaptada ‘Castilla-La Mancha sin techos’, una iniciativa que ha visto la luz gracias al trabajo conjunto de la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha (FDMCM) y el Gobierno regional. Este proyecto tiene como objetivo principal facilitar el acceso al montañismo a personas con discapacidad, promoviendo así la visibilidad de los apoyos que hacen posible un deporte inclusivo.
El acto reunió a figuras destacadas del ámbito deportivo y de la accesibilidad, como el presidente de la FDMCM, Francisco Andreu Pla; el vicepresidente, Óscar Cardo Briones, y el director del Área de Montaña Inclusiva y Adaptada de la Federación, Adolfo Marco. Asimismo, contaron con la presencia de representantes institucionales, miembros del equipo técnico y voluntariado que han contribuido al desarrollo de esta inspiradora iniciativa.
José Luis Escudero, Comisionado para la Accesibilidad, aprovechó la ocasión para reafirmar el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha en pro de la accesibilidad y la inclusión en el deporte. Con la creación de la nueva Ley de Accesibilidad Universal, que está en camino de consolidar iniciativas como esta, se prevé que la inclusión de estas prácticas se vuelva una norma en el horizonte deportivo de la región. En enero comenzará el proceso participativo para la elaboración de dicha ley, un aspecto que resalta la importancia de la voz de quienes se ven directamente afectados por estas políticas.
El programa ‘Castilla-La Mancha sin techos’ ha establecido un objetivo ambicioso: ascender a la cumbre más alta o emblemática de cada provincia, garantizando condiciones técnicas y de seguridad que permitan que la experiencia sea accesible y compartida. Para ello, el Gobierno regional ha invertido 12.000 euros, dentro de un marco más amplio que ha superado el millón de euros en inversión en deporte inclusivo.
Más allá de la conquista de cimas, la FDMCM destacó que el verdadero logro del proyecto radica en la posibilidad de participar en igualdad, fortalecer la vida en grupo y derribar barreras que no solo son físicas, sino también sociales y culturales. Desde su inicio, ‘Castilla-La Mancha sin techos’ ha visto la participación de más de 200 voluntarios y 34 personas con discapacidad en sus ascensos. Las cumbres alcanzadas incluyen lugares emblemáticos como Rocigalgo en Toledo, San Felipe en Cuenca, y el Pico Ocejón en Guadalajara, el tercero más alto de la comunidad.
El acto también puso de relieve la necesidad de recursos de accesibilidad, como la silla Joëlette y la barra direccional, elementos esenciales que han permitido la inclusión en estas actividades. Escudero mencionó que el Gobierno regional ha adquirido recientemente nueve sillas Joëlette monorueda eléctricas, las cuales se pueden solicitar de forma gratuita a través de la web de Espacios Naturales de Castilla-La Mancha. La adaptación de senderos y la incorporación de señalética en braille son algunas de las otras actuaciones vinculadas a la accesibilidad que se están llevando a cabo.
El evento fue una oportunidad para resaltar el crecimiento en la práctica de deportes de montaña en Castilla-La Mancha, con un incremento del 25% en los últimos años, que se traduce en más de 4.700 licencias federativas, de las cuales 3.000 son de hombres y 1.700 de mujeres. La importancia de esta cifra se debe a que refleja tanto el aumento del interés por este tipo de deportes, como el potencial de inclusión social que ofrecen.
En definitiva, la presentación del balance de ‘Castilla-La Mancha sin techos’ fue un espacio de reflexión, celebración y motivación. Más allá de las montañas que han sido conquistadas, el enfoque humano del proyecto permitió a todos los presentes comprobar que la discapacidad no es una limitación cuando existe un profundo compromiso por parte de la comunidad, apoyos adecuados y acceso al deporte.
Fuente: Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha
