La patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) fue alertada en mayo de un posible incendio en una zona forestal en el término municipal de Torre de Juan Abad (Ciudad Real). Después de verificar la existencia del incendio, se investigaron las causas y la autoría del mismo.
Los indicios encontrados en la zona después de extinguir el incendio llevaron a la conclusión de que el origen del fuego estaba cerca de una zona donde se habían realizado trabajos de soldadura y corte de metal en una tubería de agua. Como resultado, las tres personas involucradas en estos trabajos fueron investigadas por un delito de incendio forestal debido a su imprudencia grave.
Afortunadamente, la rápida intervención de personal especializado de la Junta de Castilla-La Mancha, con apoyo aéreo y terrestre, limitó el daño a solo 3.69 hectáreas de monte bajo mediterráneo y matorral.
El día del incendio se declaró un «Riesgo muy alto de incendio forestal» según el Índice de Propagación Potencial de Incendios Forestales (IPP), lo que llevó a establecer limitaciones temporales para reducir el riesgo de incendios en el medio ambiente. Se prohibió la utilización de maquinaria y equipos que generasen chispas o descargas en los montes y áreas rurales situadas en una franja de 400 metros alrededor de estos, salvo autorización expresa. Estas personas no poseían tal autorización y, en cualquier caso, no les permitió realizar trabajos entre las 15.00 y las 18.00 horas.
La Guardia Civil informó a través de una nota de prensa que los sospechosos enfrentan cargos graves por su imprudencia, lo que debería servir como advertencia a otros para que eviten poner en peligro la seguridad de la fauna y flora locales.
