La Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de Villalba de la Sierra ha esclarecido un caso de caza furtiva en el interior de una finca privada de Valdecabras, dentro del término municipal de Cuenca, donde se sospechaba que realizaban actividades furtivas de caza.
Tras abrir una investigación encaminada a la averiguación e identificación de los autores, la Guardia Civil organizó un dispositivo para la prevención de actos furtivos en época de berrea, que tuvo una duración de una semana y que ha dado como resultado el esclarecimiento de los hechos.
Los supuestos autores trasportaban en su vehículo las armas de caza hasta el lugar de la finca donde estacionaban el mismo, justificando el transporte de las mismas en precintos o autorizaciones de caza de otros términos municipales.
Una vez iniciaban la jornada de caza los autores ocultaban las fundas de las armas entre vegetación, para que si los agentes localizaban el vehículo no pudieran ver desde el exterior estas fundas y así no sospecharan de que se estaba realizando actividad cinegética.
Tras abatir un macho de corzo sin la correspondiente autorización, los investigados escondieron la cabeza del animal, como trofeo, junto a las armas, para regresar al vehículo con las manos vacías para así, evitar ser sorprendidos con las armas en acción de caza.
Tras un minucioso reconocimiento del terreno por parte de los agentes, se localizaron las fundas de las armas, un trofeo de corzo amarrado a un árbol, así como tres armas largas para la caza mayor, municionadas y equipadas con visores de gran potencia, artes y medios utilizadas para la caza, ocultos entre los matorrales y separados entre sí, en una zona de aproximadamente 1 hectárea de masa forestal.
Por estos hechos la Patrulla del SEPRONA de la Guardia Civil de Villalba de la Sierra investigó a estas tres personas por un delito relativo a la protección de la fauna, flora y animales domésticos; además, procedió a la aprehensión de las tres armas utilizadas, trípodes y un trofeo de corzo.