En una época donde el consumo rápido de contenido se ha vuelto la norma, hay producciones que, aunque breves, dejan una marca indeleble en su audiencia. Es el caso de una miniserie animada que ha logrado capturar la atención de los espectadores, no solo por su contenido humorístico y emocional, sino también por la profundidad de sus mensajes existenciales. Esta propuesta, traída de la mano de Netflix, nos viene desde Italia y promete ser un bocado de calidad superior en un mercado saturado de propuestas audiovisuales.

La serie, titulada «Cortar por la línea de puntos», está compuesta por seis episodios de veinte minutos que fácilmente pueden ser devorados en una tarde. Sin embargo, la resonancia emocional de la serie promete extenderse mucho más allá del tiempo que toma verla. Detrás de esta miniserie se encuentra Michele Rech, más conocido por su pseudónimo Zerocalcare, un creador que ha alcanzado notoriedad en su Italia natal gracias a su novela gráfica «La profecía del armadillo». Con «Cortar por la línea de puntos», Zerocalcare traslada su universo único a la pantalla, mezclando lo cotidiano con las fantasías y reflexiones internas que componen su particular visión del mundo.

La trama sigue las peripecias de Zero, un joven dibujante que, junto a sus amigos Sarah y Secco, y un armadillo parlante que representa su conciencia, se sumerge en las complejidades y desafíos de la adultez. Al introducir elementos autobiográficos, la serie explora con humor y profundidad temas como las decisiones de vida, los amores no correspondidos y las amistades trascendentales, invitando a la audiencia a reflexionar sobre su propio lugar en el mundo.

El estilo de animación escogido, deliberadamente simple y minimalista, sirve para focalizar la atención en la narrativa y los personajes, potenciando la intimidad emocional de la serie sin distracciones. A pesar de no contar con la pulcritud técnica de grandes producciones de animación, este enfoque estético se alinea perfectamente con el estilo gráfico de Zerocalcare, otorgándole a la obra una identidad visual distintiva y coherente con su obra previa.

«Cortar por la línea de puntos» ha sido elogiada tanto por la crítica especializada como por la audiencia general, encontrando un equilibrio entre la comedia y el drama, y utilizando el surrealismo para abordar temas de gran profundidad emocional. La voz del armadillo, interpretada por el actor Valerio Mastandrea en la versión original, añade una capa adicional de humor y peculiaridad al conjunto.

Para aquellos que queden queriendo más después de esta experiencia, se anunció una secuela en 2023 bajo el título «Este mundo no me hará mala persona». Esta continuación promete mantener el tono crítico, explorando nuevas historias con mensajes sociales y políticos igualmente potentes. En un mundo donde el contenido efímero abunda, «Cortar por la línea de puntos» y su secuela se elevan como ejemplos de cómo la animación puede ser un medio para explorar la condición humana de forma significativa y duradera.

Scroll al inicio