Transformando los Pagos: Innovaciones en las Transacciones de y hacia la Cuenta Bancaria de América

La modernización de los métodos de pago del gobierno federal estadounidense marca un cambio significativo en la manera en la que se gestionan las transacciones financieras dentro del sistema federal. En un reciente decreto presidencial, se ha ordenado la transición hacia los pagos electrónicos para todas las transacciones del gobierno, con el objetivo de incrementar la eficiencia, reducir costos y mitigar el riesgo de fraudes.

El decreto destaca que el uso continuado de los pagos en papel, como cheques y giros postales, impone costos innecesarios y es una fuente recurrente de problemas como el robo y la pérdida de correspondencia. De hecho, desde el inicio de la pandemia de COVID-19, las quejas sobre el robo de mail han aumentado significativamente. Un dato alarmante señala que los cheques del Departamento del Tesoro son dieciséis veces más propensos a ser reportados como perdidos o robados en comparación con las transferencias electrónicas de fondos.

Con miras a erradicar la burocracia relacionada con los pagos en papel, el informe establece que a partir del 30 de septiembre de 2025, se suspenderá la emisión de cheques físicos para todos los desembolsos del gobierno federal, incluyendo pagos de beneficios, pagos a proveedores y reembolsos de impuestos. Esta transición obligará a todos los departamentos y agencias del gobierno a adoptar métodos de transferencia electrónica, como el depósito directo y cuentas de tarjetas prepago.

El secretario del Tesoro deberá facilitar esta transición y se le ha encomendado la tarea de revisar los procedimientos para la concesión de excepciones, donde no sea factible el uso de pagos electrónicos. Específicamente, se han creado provisiones para aquellos individuos que carecen de acceso a servicios bancarios y para situaciones de emergencia donde el pago electrónico no resulte viable.

Además, la orden enfatiza la importancia de llevar a cabo una campaña de concienciación pública que eduque a los beneficiarios sobre los nuevos métodos de recepción de pagos digitales, asegurando que todas las poblaciones, incluidas aquellas no bancarizadas, tengan acceso a la transición.

El avance hacia una infraestructura digital es un paso hacia el futuro que se refleja en esfuerzos por modernizar el sistema financiero del gobierno, buscando no solo la optimización de recursos, sino también una mayor seguridad en las transacciones. La implementación de este plan se evaluará en los próximos meses, lo que podría representar un cambio transformador en la forma en que los estadounidenses reciben y hacen pagos por parte del gobierno federal.

Fuente: WhiteHouse.gov

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