En el ámbito de la energía renovable, una innovación está atrayendo la atención por su capacidad para cambiar la forma en que se aprovecha la energía solar. Se trata del panel solar bifacial, una tecnología que promete aumentar significativamente la eficiencia de los sistemas solares fotovoltaicos. A diferencia de los paneles tradicionales que solo captan la luz solar por un lado, los bifaciales tienen células fotovoltaicas en ambos, permitiendo así captar la radiación no solo directamente del sol, sino también la que se refleja en el suelo y otras superficies.
Esta característica hace que los paneles bifaciales sean especialmente útiles en zonas con condiciones climáticas variables, incluyendo lugares con nieve, donde el albedo (reflexión) del suelo puede incrementar considerablemente la cantidad de luz aprovechable. Se estima que estos paneles pueden generar entre un 4% y un 30% más de energía que los convencionales, lo que se traduce en una reducción notable en la factura de electricidad y permite una mayor producción energética ocupando menos espacio.
Además, los paneles bifaciales se distinguen por su diseño, donde la parte trasera está cubierta por una lámina transparente, usualmente de vidrio templado, en lugar de ser opaca como en los modelos monofaciales. Esta configuración no solo mejora la captación de luz sino que también contribuye a una distribución más eficiente del calor y la tensión, alargando la vida útil del panel.
A pesar de contar con un precio más elevado en comparación con los paneles tradicionales, debido a su doble capa y requisitos estructurales específicos, la inversión en paneles bifaciales puede resultar económicamente viable en ciertos contextos. Son especialmente recomendables para instalaciones de alta potencia en condiciones climáticas cambiantes, donde el espacio es un recurso limitado y se busca maximizar la producción de electricidad. No obstante, para hogares individuales, su rentabilidad dependerá de factores específicos como el espacio disponible para la instalación y las condiciones climáticas locales.
Antes de realizar una inversión en esta tecnología, se aconseja llevar a cabo un estudio personalizado que tenga en cuenta las regulaciones locales y las necesidades específicas de electricidad del interesado, garantizando así que la decisión sea la más adecuada para su situación particular.