Un trágico tiroteo en los alrededores de la estación de Farragut North, situada cerca de la Casa Blanca, ha dejado a dos agentes de la Guardia Nacional fallecidos. Según reportes de las autoridades locales, ambos perdieron la vida a consecuencia de las heridas recibidas durante el ataque, que ha conmocionado a la comunidad y ha generado un fuerte llamado a la justicia. El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, expresó su pesar y compromiso de que se investiguen a fondo los hechos para establecer responsabilidades.
La escena del tiroteo, que ocurrió en la intersección de la calle 17 y la calle I, rápidamente fue asegurada por las fuerzas de seguridad, quienes instaron a los transeúntes a buscar refugio en los edificios cercanos. La Casa Blanca se puso en «alerta roja», aunque posteriormente este nivel de alerta fue reducido a «naranja», indicando un alto riesgo de amenaza. Mientras tanto, un sospechoso fue detenido y se informó que se encuentra en estado crítico.
El presidente Donald Trump, desde su residencia en Mar-a-Lago, se pronunció en redes sociales sobre el ataque, prometiendo que el responsable enfrentará severas consecuencias. Este trágico suceso ocurre en un contexto de tensión en Washington, donde el presidente ha ordenado el aumento del despliegue de la Guardia Nacional para combatir la criminalidad, a pesar de que un reciente fallo judicial declaró ilegal dicha medida.
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