Este fin de semana, la situación humanitaria en la Franja de Gaza se ha vuelto más crítica, con la muerte de ocho palestinos, entre ellos una niña de apenas un año, a causa de la escasez de agua, desnutrición y hambre, según informes del Ministerio de Sanidad local. En la jornada anterior, se habían reportado ocho muertes más, incluidas dos de bebés, lo que eleva la sombría cifra total de fallecimientos a 62.686 desde el inicio de la ofensiva militar israelí en octubre de 2023.
Desde que comenzaron los ataques, 289 personas han perdido la vida debido a estas causas, 115 de ellas son menores de edad. La crisis alimentaria se ha intensificado, especialmente durante el verano, en un contexto donde el bloqueo israelí ha restringido el ingreso de suministros vitales y ha exacerbado la desnutrición infantil. Un informe de la organización MedGlobal revela que uno de cada seis niños menores de cinco años en Gaza padece desnutrición aguda, con la situación alarmante de que todos los pequeños en esta franja están en riesgo inminente de morir por inanición.
La ONU ha calificado la hambruna en la gobernación de Gaza como una crisis predecible y evitable, resaltando que la escasez de alimentos ha sido utilizada como herramienta de guerra. Con la reciente declaración de hambruna, las alertas son cada vez más urgentes, y se advierte que la crisis podría extenderse aún más si no se implementa un alto el fuego ni se permite la entrada masiva de ayuda humanitaria.
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