En un devastador giro de eventos en el conflicto palestino-israelí, al menos 115 personas han perdido la vida en la Franja de Gaza a raíz de una serie de bombardeos efectuados por el Ejército israelí. Los ataques, que tuvieron lugar durante la noche del miércoles y la mañana del jueves, se centraron principalmente en la localidad de Jan Yunis, al sur del enclave palestino, según fuentes oficiales.
Jan Yunis ha resultado ser la zona más perjudicada por los bombardeos, con viviendas y campamentos de desplazados impactados directamente, dejando un saldo de cerca de medio centenar de fallecidos. El Hospital Nasser ha recibido decenas de heridos, en medio de un ambiente de caos y destrucción, según reportes de la agencia palestina de noticias WAFA.
La tragedia se extiende al ámbito de la salud, con el Hospital Europeo de Gaza, crucial para la atención de pacientes con cáncer, quedando fuera de servicio debido a los ataques. Esta instalación, ubicada también en Jan Yunis, representaba un pilar en la asistencia médica especializada dentro del enclave.
Además, se han reportado víctimas mortales en otras localidades de la Franja, como Rafá y Khuza, así como en la ciudad de Gaza y en el norte, especificamente en Beit Lahia y Yabalia. En esta última, un lugar de oración y una clínica fueron objetivo de los proyectiles, causando una quincena de muertos, la mayoría mujeres y niños, según testigos citados por el diario Filastin.
El daño no se limita a las vidas humanas y estructuras destruidas; las vías de acceso y carreteras hacia estas infraestructuras críticas también han sufrido daños significativos, interrumpiendo servicios esenciales como neurocirugía, cirugía torácica y cardiovascular, y oftalmología.
En el marco de estos ataques, Israel ha intensificado su ofensiva en las últimas semanas tras romper un alto el fuego de manera unilateral, en respuesta a lo que alega son obstáculos por parte de Hamás en las negociaciones para liberar a los rehenes. Paralelamente, el Gobierno israelí ha restringido la entrega de ayuda esencial durante más de dos meses, una medida que busca manejar la gestión de dicha ayuda sin la intervención de organizaciones humanitarias ni de Naciones Unidas.
Estos recientes bombardeos añaden una capa más de desolación a la ya crítica situación humanitaria en Gaza. Antes de este último ataque, las autoridades sanitarias del enclave reportaban alrededor de 53,000 palestinos muertos y 119,900 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí sobre Gaza, en represalia por los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. La escalada del conflicto continúa dejando un rastro de devastación y sufrimiento en la Franja de Gaza, exacerbando aún más las tensiones en la región.
