Un trágico ataque a una escuela en Gorki-2, al oeste de Moscú, ha dejado un saldo de al menos un niño muerto y otro herido. Este acto de violencia fue llevado a cabo por un adolescente que, armado con un cuchillo y un spray de gas lacrimógeno, hirió a un agente de seguridad y a varios escolares. Las autoridades han confirmado que el niño que falleció era un alumno de cuarto grado. Mientras tanto, se han iniciado investigaciones penales para esclarecer las circunstancias que condujeron a este crimen.
Testigos han informado que más de cien alumnos se vieron obligados a refugiarse en un centro deportivo cercano, con temperaturas bajo cero que complicaban la situación. Los padres, aterrorizados, aguardaban noticias de sus hijos, mientras el pánico se apoderaba del entorno. El atacante, identificado como Timofek K., un estudiante de 15 años, logró capturar a un rehén en una de las aulas antes de ser finalmente arrestado por la policía, quien aseguró que el rehén no sufrió daño alguno.
El motivo detrás de este ataque aún se desconoce, lo que ha llevado a una profunda preocupación en la comunidad educativa y entre los padres. Se están realizando esfuerzos por parte de las autoridades para entender lo sucedido y evitar que actos de esta naturaleza se repitan en el futuro, en un contexto donde la violencia en las escuelas despierta preguntas angustiosas sobre la seguridad de los jóvenes.
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