Un nuevo ataque del Ejército ruso ha estremecido la capital de Ucrania, Kiev, dejando un trágico saldo de al menos dos muertos y más de 15 heridos. Las autoridades locales han confirmado que entre los heridos hay al menos diez personas que han sido hospitalizadas. Estos hechos han sido condenados por el jefe de la Administración Militar de Kiev, Timur Tkachenko, quien expresó sus condolencias a las familias de las víctimas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el ataque de «masivo y combinado», detallando que se lanzaron 18 misiles, junto con cerca de 400 drones, muchos de ellos de tipo ‘Shahed’. Zelenski subrayó que las zonas afectadas no solo incluyen Kiev, sino también regiones como Chérnigov, Sumi, y Járkov, lo que evidencia una escalada en la violencia del conflicto. En su mensaje, hizo un llamado urgente a sus aliados para acelerar el suministro de armas y reforzar las sanciones contra Rusia.
En medio de este clima de incertidumbre y dolor, la preocupación por la seguridad de la población civil crece. Mientras las autoridades ucranianas continúan trabajando en la respuesta a estos agresivos ataques, la búsqueda de apoyo internacional se vuelve más crucial que nunca para enfrentar la grave situación que viven día a día los ciudadanos en las zonas afectadas.
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