Una potente explosión en Guayaquil, Ecuador, ha dejado un trágico saldo de al menos dos muertos y más de treinta heridos. El incidente ocurrió cerca del Mall del Sol y de un edificio de oficinas perteneciente a la familia del presidente Daniel Noboa, lo que ha elevado la preocupación sobre la seguridad en el país. Un taxista fue una de las víctimas fatales mientras se encontraba en las cercanías del lugar, justo cuando un vehículo estacionado estalló a las 18:30 horas locales.
Las autoridades informaron que, de las treinta personas heridas, veinticinco sufrieron lesiones leves por la esquirla de vidrios, mientras que otros cinco fueron atendidos por daños más serios. En respuesta, el gobierno ha movilizado equipos de rescate y unidades antiexplosivos para investigar la situación. El ministro del Interior, John Reimberg, hizo un llamado a la calma y describió el evento como un «acto terrorista», señalando que otro vehículo cercano estaba cargado con explosivos que fueron neutralizados sin detonar.
Este ataque se enmarca dentro de un contexto de creciente violencia en Ecuador, donde el índice de homicidios ha aumentado drásticamente en los últimos años. Desde la declaración de un «conflicto armado interno» por parte del gobierno en 2024, las bandas delictivas han intensificado su actividad, generando un clima de temor e incertidumbre entre la población. La explosión en Guayaquil marca un nuevo capítulo en esta crisis, con el gobierno intensificando esfuerzos para restaurar la seguridad en un país atrapado por el miedo y la violencia.
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