En un devastador ataque que ha estremecido a la comunidad internacional, al menos 93 palestinos, entre ellos 25 niños, fueron cobradas como víctimas mortales tras un bombardeo israelí dirigido a un edificio residencial en Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza. Este último acto de violencia marca uno de los días más oscuros en el conflicto que asola la región, ya que, durante el último mes, un cerco militar impuesto por las fuerzas israelíes ha encapsulado la zona.
El edificio, una estructura de cinco plantas, servía de refugio para cientos de civiles desplazados, creando un desesperado llamado a la ayuda internacional mientras los principales hospitales del norte de Gaza se ven ahora imposibilitados de atender a las crecientes cifras de heridos debido al continuo asedio israelí. La situación se agravó aún más cuando se registró un ataque aéreo cerca del hospital Kamal Adwan, en Beit Lahia, que ya estaba abrumado con las víctimas del primer bombardeo.
Este dramático desarrollo ocurrió sin una declaración inmediata del Ejército israelí, cuyo portavoz solicitó coordenadas específicas del ataque para poder emitir una respuesta. Por otro lado, el gobierno de Gaza denunció el ataque, resaltando el conocimiento previo de Israel sobre la presencia de civiles, incluyendo niños y mujeres, en el edificio residencial.
En una trágica revelación, la oficina de medios del gobierno gazatí anunció que más de 40 personas siguen desaparecidas entre los escombros del inmueble bombardeado. Las autoridades palestinas, refiriéndose a este ataque como una «masacre», han difundido vídeos de decenas de cadáveres cubiertos con mantas, ilustrando el horror vivido por los residentes de la Franja de Gaza.
El conflicto se ha intensificado desde el 7 de octubre, combinando una campaña de bombardeos con una incursión terrestre por parte de Israel, dejando un saldo devastador de más de mil muertos en 25 días de cerco militar contra el norte de Gaza. A lo largo de la noche, otros ataques dirigidos a viviendas en Beit Lahia se cobraron al menos siete vidas adicionales, según reportes de la agencia Wafa.
A la escalada de violencia, se sumó un incendio originado en la escuela Al Fajoura, asociada a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), aumentando aún más el desastre humanitario en curso. En el frente norte de la Franja, un comunicado castrense israelí informó sobre la eliminación de aproximadamente 40 milicianos en ataques terrestres y aéreos en la zona de Yabalia, aunque no se mencionó directamente el ataque en Beit Lahia.
Desde el inicio de la guerra, 43.020 palestinos, la mayoría mujeres y niños, han perdido la vida y otros 101.110 han resultado heridos, de acuerdo con cifras proporcionadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza. Este conflicto, que ahora ve uno de sus capítulos más sangrientos, sigue generando alarma a nivel global por el elevado costo humano que demanda.