En un trágico incidente que ha sacudido a la comunidad internacional, seis personas han perdido la vida y otras 40 se encuentran desaparecidas tras el naufragio de una barcaza con migrantes cerca de la isla italiana de Lampedusa. El suceso ocurrió a 14 millas al este de la isla, una ubicación conocida por ser un punto crítico en la crisis migratoria que afecta a Europa.
La alarma fue lanzada por la agencia europea Frontex, lo que propició la inmediata intervención de una patrulla de la Guardia de Finanza italiana. A su llegada, los oficiales se encontraron con una escena desoladora: la barcaza, en un estado cercano al hundimiento completo, con apenas algunos sobrevivientes aferrándose a lo que quedaba. Afortunadamente, lograron rescatar a 10 migrantes y localizar los cuerpos sin vida de seis personas. Sin embargo, el panorama se tornó más sombrío cuando los supervivientes reportaron que había al menos 40 personas desaparecidas.
La barcaza había zarpado el domingo por la noche desde Sfax, Túnez, en un riesgo mortal que muchos migrantes están dispuestos a correr con la esperanza de alcanzar un futuro mejor en Europa. Los sobrevivientes, tras el rescate, fueron trasladados al centro de acogida de Lampedusa, el punto más cercano a las costas africanas, para recibir la ayuda necesaria.
La Guardia de Finanza ha iniciado una operación de búsqueda para encontrar a los desaparecidos. Asimismo, este miércoles, se espera que los 10 náufragos rescatados -seis hombres y cuatro mujeres- presten declaración ante la policía en un esfuerzo por reconstruir los eventos que llevaron al naufragio.
El naufragio llega después de un período de calma en el que no se habían registrado llegadas de embarcaciones desde Túnez, un cambio en la tendencia ya que, hasta el momento, la mayoría de los migrantes que alcanzaban Lampedusa afirmaban haber partido de Libia. Sin embargo, este martes, además de este trágico suceso, se registraron cinco desembarcos en la isla, sumando un total de 213 migrantes y elevando la población del centro de acogida a 230 personas.
Este evento resalta una vez más la peligrosa travesía que muchos están dispuestos a emprender en busca de seguridad y una vida mejor, poniendo en relieve la urgente necesidad de una solución a la creciente crisis migratoria en el Mediterráneo.