En un trágico suceso, una embarcación que transportaba a cerca de 65 ciudadanos paquistaníes volcó cerca del puerto de Marsa Dela, al noroeste de Zawiya, en el norte de Libia. El Ministerio de Exteriores de Pakistán confirmó el lamentable incidente, aunque no ha podido precisar aún el número exacto de víctimas mortales.
Según el comunicado oficial del Ministerio, la embajada de Pakistán en Trípoli ha estado activamente involucrada en el seguimiento de este desastre. Se ha enviado un equipo al hospital local para colaborar con las autoridades en la identificación de los fallecidos y para recabar más información sobre el suceso. Este naufragio pone en evidencia nuevamente los riesgos extremos a los que se enfrentan los migrantes en su desesperada búsqueda por alcanzar Europa.
Las costas de Libia se han convertido en uno de los puntos de tránsito más peligrosos para los migrantes que intentan llegar a Europa. La última semana de enero, los guardacostas libios interceptaron varias embarcaciones precarias con un total de 592 migrantes a bordo, devolviéndolos a Libia. Dentro de este contexto, el drama de los ciudadanos paquistaníes es particularmente notorio. Tan solo el pasado enero, al menos 44 migrantes de esta nacionalidad perdieron la vida intentando alcanzar las Islas Canarias desde Mauritania, de acuerdo a la ONG española Caminando Fronteras.
Este episodio trágico resalta la continua vulnerabilidad de los migrantes en su travesía hacia una vida mejor. Por un lado, se revela la frecuente presencia de ciudadanos paquistaníes entre los migrantes que intentan llegar a Europa, evidenciando las redes de tráfico humano y las peligrosas rutas que son forzados a seguir en busca de seguridad y oportunidades. Por otro lado, resalta la urgente necesidad de abordar las causas profundas de la migración y de ofrecer vías legales y seguras para quienes buscan refugio y una vida digna lejos de su tierra natal.
