En un trágico suceso que ha sacudido a la capital estadounidense, un avión regional Bombardier CRJ700 de PSA Airlines, operando el vuelo 5342 de American Airlines desde Wichita, Kansas, colisionó en el aire con un helicóptero Sikorsky H-60 militar. El incidente ocurrió ayer miércoles alrededor de las 21:00 hora local (02:00 GMT del jueves) mientras la aeronave estaba en la aproximación final a la pista 33 del Aeropuerto Nacional Reagan de Washington. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha confirmado el suceso, provocando una inmediata movilización de los servicios de emergencia.
A bordo del avión viajaban 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, todos bajo la responsabilidad de American Airlines, que ha expresado su preocupación y cooperación con las autoridades en los esfuerzos de respuesta a la emergencia. La operación de búsqueda y rescate se ha centrado en las aguas del río Potomac, lugar donde se presume que cayeron los restos del avión tras el impacto. Por su parte, se reporta que el helicóptero militar llevaba tres ocupantes al momento del incidente.
En las orillas del río Potomac, equipos de emergencias desplegaron un vasto operativo que ha incluido la presencia de ambulancias, camiones de bomberos, coches de policía y helicópteros. Asimismo, se ha facilitado el transporte de personas a través de autobuses públicos habilitados para tal fin.
Respondiendo a la tragedia, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha anunciado la movilización de todos los recursos disponibles de la Guardia Costera de EE.UU. para apoyar en las labores de rescate. La situación está siendo monitorizada activamente, asegurando que están preparados para prestar asistencia al personal de emergencia local en todo momento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho eco del compromiso del país con las víctimas y el personal que atiende la emergencia, expresando su gratitud por su labor y pidiendo a la nación que eleve plegarias por todos los afectados por este desafortunado evento.
La comunidad de Washington DC y del país en general se encuentran consternados ante el impacto de este suceso, mientras los esfuerzos de rescate y las investigaciones continúan en curso para determinar las causas precisas que llevaron a este fatal encuentro en los cielos.
