Un total de 137 entidades, entre ayuntamientos, bodegas, establecimientos hosteleros, comercios y empresas, forman parte de las Rutas del Vino de La Mancha, Valdepeñas y La Manchuela que se han puesto en marcha en el marco del convenio firmado entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Asociación Española de Ciudades del vino (ACEVIN), para poner en funcionamiento estas rutas. De estas tres, tanto La Mancha como más recientemente, Valdepeñas ya están certificadas. Por su parte, la Ruta de La Manchuela tiene prevista su certificación en el próximo mes de junio.
Estas tres rutas, que se han podido beneficiar de la financiación por parte del Gobierno regional de 12.000 euros por ruta, cuentan con una estrategia conjunta de promoción que incluye una web específica, un vídeo promocional, y sendos espacios específicos en Fitur y en Fenavin, además de la creación de un producto turístico asociado a las rutas por parte de Logitravel, con una campaña promocional online.
“Apostar por el vino como atractivo turístico es una estrategia ganadora, no solo por fomentar la visita de turistas que buscan el ocio y la cultura en torno a las experiencias del vino, sino que también es una inmejorable manera de promocionar el vino, la gastronomía y los alimentos de Castilla-La Mancha que es uno de los motores de crecimiento económico más importantes”, ha dicho hoy la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en el marco de la presentación de las Rutas del Vino de Castilla-La Mancha, en la Feria Nacional del Vino, Fenavin.
Objetivos del proyecto
Con la incorporación de las Rutas del Vino de Castilla-La Mancha a la red estatal de las mismas, se trata de hacer de Castilla-La Mancha un destino de referencia para el turismo eno-gastronómico, atractivo y de calidad. Se persigue, además, promocionar los alimentos y vinos de la región, para actuar de referente del conjunto de la oferta turística, fomentando además nuevas alternativas económicas para los sectores primario y secundario mediante el desarrollo de una actividad turística.
Son nueve las denominaciones de origen del vino que hay en Castilla-La Mancha: D.O. Almansa, D.O. Jumilla, D.O. La Macha, D.O. Méntrida, D.O. Mondéjar, D.O. La Manchuela, D.O. Ribera del Júcar, D.O. Uclés y D.O. Valdepeñas; además de los pagos vitivinícolas y las IGP de los vinos de la tierra de Castilla. La pretensión es que paulatinamente, cada uno de los territorios asociados a las DO, vayan conformando su propia Ruta del Vino, a excepción de Jumilla, donde ya funciona una Ruta del Vino promovida desde la Región de Murcia.
El producto Rutas del Vino de España, definido por la asociación ACEVIN, consiste en la integración bajo un mismo concepto temático de los recursos y servicios turísticos de interés, existentes y potenciales, de una zona vitivinícola. Es decir, una “ruta del vino” es un producto turístico que se desarrolla en el ámbito geográfico de una DO del vino y que se conforma como una red de colaboración público-privada que integra diferentes entidades y empresas tales como ayuntamientos, bodegas, alojamientos, restaurantes o comercios, entre otros.
Fenavin 2019
En esta edición de Fenavin, que se celebrará del 7 al 9 de mayo en Ciudad Real, el Gobierno de Castilla-La Mancha intensifica al máximo su grado de la colaboración con la feria, especialmente en la captación de importadores a los que además presta apoyo logístico.
Un total de 84 importadores de los mercados de China, Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur, Indonesia y Tailandia, participan de la mano del Gobierno regional a través de IPEX en Fenavin.
Asimismo, el 10 de mayo se realizará en Toledo una jornada de sensibilización del vino de Castilla-la Mancha a los importadores a través del IPEX. Será una presentación oficial de los vinos de Castilla-La Mancha centrándose en las figuras de calidad, seguido de una cata genérica de vinos y variedades tradicionales y un encuentro con el sector para la profundización.