El estado de Texas en Estados Unidos enfrenta graves consecuencias tras el paso de la tormenta tropical Beryl. Esta tormenta, que anteriormente se había intensificado hasta alcanzar categoría de huracán, dejó un saldo trágico de al menos 4 personas fallecidas y ha ocasionado un apagón masivo afectando a más de 2 millones de habitantes en la región.
Beryl, que tocó tierra el domingo en la madrugada al sureste de Texas, mostró una ligera disminución en su intensidad tras degradarse de huracán a tormenta tropical. Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advierte que, a pesar de debilitarse, Beryl continúa representando una amenaza severa debido a las posibilidades de inundaciones a lo largo del estado y particularmente en las áreas costeras. Además, se han emitido alertas por la eventual formación de tornados en el este de Texas y el oeste de Luisiana.
Según los informes, Houston, la ciudad más poblada de Texas y una de las más golpeadas por esta tormenta, ha corroborado la lamentable pérdida de cuatro de sus ciudadanos, uno de ellos un trabajador de la Policía local, identificado como Russell Richardson, de 54 años, quien murió atrapado en su vehículo durante una inundación.
El fenómeno meteorológico ha ocasionado también extensos cortes de energía. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, anunció que más de 2.7 millones de personas se encuentran sin electricidad en todo el estado, y la recuperación del servicio eléctrico podría llevar varios días. CenterPoint Energy, la compañía que suministra electricidad a Houston, mencionó que Beryl causó daños a sus infraestructuras «más de lo esperado», dejando a unos 2.26 millones de sus clientes sin suministro hasta la fecha.
Desde el ámbito logístico, se están realizando esfuerzos significativos para restablecer la normalidad en las zonas afectadas. «Estamos movilizando todos nuestros recursos para comenzar el proceso de restaurar la energía a nuestros clientes de manera rápida y segura», indicó Lynnae Wilson, vicepresidenta de CenterPoint Energy.
Previo a su llegada a Estados Unidos, Beryl demostró su poder destructivo al alcanzar la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson, categoría 5, causando daños significativos en el Caribe y posteriormente en Tulum, México. En lo que va de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, se han formado tres tormentas tropicales con nombre: Alberto, Beryl y Chris. La predicción para este año indica una actividad muy por encima del promedio, con hasta 13 huracanes pronosticados, de los cuales hasta siete podrían ser de categoría mayor, de acuerdo a proyecciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Este evento subraya la creciente incidencia de fenómenos meteorológicos extremos, instando a las comunidades y a las autoridades a mantenerse en alerta y preparados ante la posible emergencia de nuevas tormentas a lo largo de la temporada.