Tormenta política: Inés Rey enfrenta crisis de gobierno entre acusaciones de corrupción y divisiones internas

Cuando se cumple un año desde su última toma de posesión, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha decidido remodelar su gobierno. Consciente de su pérdida de apoyos, en medio de acusaciones de corrupción contra su mano derecha, José Manuel Lage Tuñas, con una fuerte división de sus concejales, ante el desplome de su valoración y dados los problemas de gestión que percibe la ciudadanía, la socialista trata así de cambiar el enfoque para lo que resta de mandato. El resultado de las elecciones europeas en A Coruña es también una advertencia para los socialistas, ante el potencial de crecimiento de populares y nacionalistas.

Para ello, en su quinto aniversario como regidora, Rey ha decidido prescindir de las “superconcejalías”, que recaían en José Manuel Lage, Yoya Neira y Gonzalo Castro como coordinadores, a fin de igualar el peso de sus 10 ediles. Eso sí, Lage Tuñas mantiene la portavocía, una tarea en la que ahora contará con Nereida Canosa como viceportavoz. El de Outes mantiene un papel sobresaliente dentro del gobierno local, habida cuenta de que las mayores polémicas que enfrenta hoy el ejecutivo municipal coruñés parten de su gestión.

En concreto, en el haber de Lage se encuentran polémicas sonadas, como las acusaciones de oposiciones a medida de amigos y cargos socialistas y de irregularidades en la reforma de uno de sus pisos. La defensa cerrada que del ahora concejal de Economía hizo la alcaldesa suma más daño al ya causado en la imagen del gobierno local.

En todo caso, a estos asuntos se añaden protestas vecinales en aumento ante la proliferación de narcopisos y de casos de okupaciones, la detección por parte del interventor municipal de más de 15 millones de euros en facturas de regularidad dudosa y unos problemas de gestión acuciantes que bloquean cualquier iniciativa durante largo tiempo.

UN GOBIERNO LOCAL DIVIDIDO

Si el mandato anterior acabó con la retirada de competencias a quien había sido secretaria local del PSOE, Eva Martínez Acón, por requerir a los concejales socialistas que abonasen las cuotas del partido, en este primer año de la nueva legislatura la tensión ya es palpable dentro del gobierno.

Los 10 concejales de Inés Rey se dividen, grosso modo, entre los fieles a Lage Tuñas y sus detractores. Estos últimos no comprenden cómo la alcaldesa ha depositado tanto poder y confianza en el de Outes, a la vista del coste político que están teniendo sus decisiones.

Una vez que Lage Tuñas ha caído en desgracia como secretario de organización del PSdeG tras sucesivos desastres electorales, se ha replegado en la ciudad herculina, donde habrá que ver si su tándem con la alcaldesa resiste ahora que esta ha decidido restarle competencias.

PÉRDIDA DE APOYOS EN LA CIUDAD

Todos estos elementos enmarcan la pérdida de apoyos de Inés Rey en la ciudad herculina, que tuvo su reflejo en el sonoro nivel de abucheos que recibió desde el escenario del Coliseum durante la actuación del humorista Juan Dávila.

Asimismo, la última encuesta de Sondaxe sobre A Coruña, publicada por La Voz de Galicia en mayo, ya advirtió de la caída en la popularidad de Inés Rey y de su posible pérdida de concejales. Fresco en aquel momento su desencuentro con el Deportivo, el sondeo reflejaba que, mientras el PP seguía al alza en la ciudad herculina y se consolidaba como fuerza más votada, el BNG sumaría al menos un edil a costa de los socialistas.

El PSOE logró en mayo de 2023 revalidar la alcaldía coruñesa in extremis, entre el ascenso del PP, que se quedó a dos ediles de la mayoría absoluta, y la subida del BNG. De hecho, el PSOE de Inés Rey no ha conseguido ser la primera fuerza política en la ciudad.

También el peso político de Inés Rey dentro de su partido se está viendo rebajado. A pesar de sus esfuerzos por presentarse como una referencia, su vinculación tanto a Valentín González Formoso como a José Ramón Gómez Besteiro (los responsables del hundimiento electoral del socialismo gallego) y su proximidad con Lage Tuñas empiezan a cerrarle puertas, especialmente en Ferraz, donde ya son conscientes de las debilidades políticas de Inés Rey.

En paralelo, en la federación socialista gallega numerosas voces advierten ya de que la regidora herculina no es sino “un títere” de Lage, quien ha tratado de proyectarla políticamente para ampliar él mismo su margen de influencia.

¿CÓMO PACO VÁZQUEZ?

Con este balance, llama la atención que Inés Rey haya llegado a afirmar, cuando cumple cinco años en María Pita, que su ciudad está viviendo “la transformación urbana, social y cultural más importante de las últimas décadas”.

En una urbe gobernada por el PSOE desde 1983, con las únicas excepciones de los dos mandatos comprendidos entre 2011 y 2019, con Carlos Negreira (PP) y Xulio Ferreiro (Marea Atlántica) al frente, cuesta imaginar que la actual regidora compare ya su labor con la realizada por Francisco Vázquez en sus 23 años de alcaldía.

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