El Ayuntamiento de Toledo está trabajando en una nueva normativa para los pisos turísticos, que el equipo de Gobierno planea aprobar este verano, y que regulará dichos alojamientos en toda la ciudad. El alcalde, Carlos Velázquez, en una entrevista concedida a Diario CLM, ha revelado que el objetivo de la norma no será aplicarse exclusivamente al Casco Histórico, ya que considera que eso sería «un error».
La nueva normativa hará una clara distinción entre apartamentos y viviendas de uso turístico, posibilitando la creación de edificios completos destinados a apartamentos turísticos, pero no pisos individuales, los cuales, según el alcalde, son los que generan más problemas.
Uno de los aspectos más complejos que se abordarán en la nueva ordenanza es la zonificación. Se reconocen áreas dentro de la ciudad, como la calle Comercio en el Casco Histórico, que han estado presionadas al encontrarse las viviendas en estado de abandono, signo de la baja inversión. Velázquez menciona que, debido a que el modelo de negocio de pisos turísticos ha contribuido a la rehabilitación de un gran número de edificaciones, los porcentajes de limitación para estos alojamientos podrían ser menos estrictos en dichos ejes tensionados.
El alcalde recuerda que el desarrollo de esta nueva regulación se ha visto influenciado por medidas normativas de otras administraciones, como el decreto de la Junta de Andalucía y anuncios de legislación nacional y regional, que exigen prudencia para evitar futuras modificaciones. Por ello, la directora general de Turismo de la Junta, Ana Isabel Fernández Samper, y el concejal de Turismo, José Manuel Velasco, se reunirán para coordinar esfuerzos y actuar con el respaldo de la Administración regional.
Sobre la situación de las viviendas turísticas actualmente legalizadas en Toledo, Velázquez asegura que estas no se verán afectadas ni cerrarán por la aplicación de la nueva normativa. Sin embargo, en el caso de aquellas que operan ilegalmente, advierte que habrá un proceso de «depuración», siguiendo el ejemplo de la revisión realizada con las tarjetas de estacionamiento en la zona verde del Casco, aplicándose el mismo criterio.
El Gobierno municipal de Toledo tiene además la intención de implementar una tasa turística, la cual podría suponer una recaudación superior a 1,5 millones de euros anuales y estaría incluida en las ordenanzas fiscales de otoño. Esta medida gravaría a las touroperadoras que organizan visitas turísticas en autobús a la ciudad, y no a los turistas individualmente. De esta manera, se busca que el turismo contribuya al mantenimiento de los espacios públicos que utiliza. Los fondos recaudados con esta tasa se destinarían, en primera instancia, a mejoras en la Ronda del Granadal, como la instalación de baños públicos, una zona infantil y la recuperación de los restos del Convento de San Pablo, enriqueciendo así la experiencia de los visitantes y beneficiando a los vecinos del Casco Histórico.
