La provincia de Toledo enfrenta una situación alarmante en lo que respecta a la violencia de género, con un total de 2.240 casos activos, representando el 39% de los casos activos en toda Castilla-La Mancha. Esta preocupante estadística fue presentada el jueves por el subdelegado del Gobierno de España en Toledo, Carlos Ángel Devia, durante la inauguración de la Jornada ‘Violencia sobre la mujer y víctimas especialmente vulnerables: factores que incrementan el riesgo’, celebrada en el campus universitario de la Universidad de Castilla-La Mancha en Talavera de la Reina.
Devia especificó que, de los casos activos, 1.846 cuentan con una orden de protección vigente. Resaltó la importancia de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer, que depende de la Subdelegación de Gobierno, en el seguimiento de aquellos casos que presentan mayor gravedad o cuyos víctimas son especialmente vulnerables.
El subdelegado también recordó que en diciembre de 2004 se aprobó la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que este año celebra su 20 aniversario. Ante las voces que ponen en duda la efectividad de dicha ley o que incluso niegan la magnitud del problema de la violencia machista, Devia subrayó que se trata de un asunto estructural que necesita atención mediática y movilización social.
El subdelegado aportó datos reveladores sobre la gravedad de la situación: desde el inicio del registro oficial de datos en enero de 2003, se han documentado 1.283 víctimas mortales a causa de la violencia de género. Asimismo, basándose en cifras del Consejo General del Poder Judicial, Devia señaló que en 2009 se realizaron 135.539 denuncias por este tipo de violencia, mientras que en 2023 esta cifra ha ascendido a 199.166, lo que representa un incremento del 46,94%.
Otro hecho preocupante mencionado por Devia es que, mientras en 2009 el 65,12% de las víctimas mortales no había denunciado previamente a su agresor, en 2023 este porcentaje se ha elevado al 75,86%.
Concluyendo su intervención, Carlos Ángel Devia destacó que aunque se ha avanzado en la lucha contra la violencia de género, aún queda un largo camino por recorrer. Subrayó la necesidad de la participación de la sociedad en su conjunto, haciendo hincapié en el papel crucial de las instituciones educativas en todos sus niveles para abordar y erradicar este grave problema social.