La concejala de Servicios Públicos Medioambientales, Noelia de la Cruz, ha presenciado en la Estación Depuradora de Estiviel la puesta en marcha de un novedoso sistema de depuración, pionero en el mundo, que utiliza la luz solar como única fuente de energía para llevar a cabo el tratamiento de aguas residuales, generando al mismo tiempo, energía eléctrica.
Todo un avance para la mejora del tratamiento de aguas que ya está en funcionamiento en la EDAR de Toledo, tal y como ha podido comprobar Noelia de la Cruz junto al delegado de Aqualia en la capital regional, Jesús Martínez. Una estación que cumple con todas las características requeridas para que este nuevo sistema de depuración trabaje a pleno rendimiento.
Una vez puesta en marcha, se valorará el grado de depuración que alcanza, el potencial energético de los recursos que genera y el aprovechamiento que ofrece respecto a otros sistemas de depuración, siendo el más destacable que no tiene consumo energético y que además, genera su propia energía eléctrica mediante la producción de grandes cantidades de biogas.
Esta depuradora demostrativa, única en el mundo con estas dimensiones, está basada en la tecnología anaerobia -que se desarrolla en un medio sin oxígeno- cien por cien solar que le permite promover la acción de bacterias capaces de depurar el agua de forma eficaz aprovechando la luz solar como única fuente de energía.
La tecnología Advansist utilizada en este proyecto, supone un nuevo concepto de depuración de aguas que permitirá modificar los sistemas convencionales donde se requiere la inyección del aire para mantener los microorganismos encargados de la depuración; unos procesos que conllevan un consumo energético elevado y una huella de carbono asociada, además de generar lodos que deben ser convenientemente gestionados, lo que conlleva un alto coste de operación.
Proceso
Esta planta piloto de tratamiento biológico, que puede tratar hasta 60 metros cúbicos al día, gestiona la eliminación de contaminantes del agua sin aporte de aire. Por lo que el reactor se tapará con un filtro que dejará pasar solo una fracción de luz solar y en el interior se desarrollarán unas bacterias -biomasa, denominadas bacterias fotográficas purpúreas- diferentes a las de otros tratamientos convencionales pero que serán capaces de depurar el agua.
La eliminación posterior de esta biomasa, generara el denominado biogás, que se espera tendrá un potencial de generar electricidad mayor que el de un proceso convencional y por lo tanto con esta electricidad generada se podría autoabastecer la planta y ser por tanto un modelo de economía circular.
Además, el proceso permitirá aprovechar todos los subproductos generados en la depuración del agua residual: biogás para generar energía y el fango obtenido para generar biofertilizantes. Por tanto, se reduce la huella de carbono y los costes de operación generando así un modelo de depuración sostenible.