La reciente aprobación en la Cámara de Representantes de un ambicioso paquete de medidas, denominado “El Gran Proyecto”, ha generado un amplio debate político al contar con el apoyo exclusivo de los republicanos. La votación se realizó sin el respaldo de ningún demócrata, quien se opuso firmemente a lo que consideran una serie de recortes fiscales y medidas que afectan a numerosos estadounidenses.
Entre las políticas más destacadas que recibieron el rechazo unánime de los demócratas, se encuentra una de las mayores rebajas fiscales en la historia del país. Este cambio legislativo promete otorgar hasta 13,300 dólares adicionales a las familias estadounidenses y un aumento de salarios que podría alcanzar hasta 11,600 dólares para los trabajadores. Asimismo, las reformas propuestas eliminan impuestos sobre propinas y horas extra, y ofrecen deducciones fiscales específicas para vehículos fabricados en EE.UU. Aquellos que ganen entre 30,000 y 80,000 dólares en el próximo año verán reducidos sus impuestos en un 15%.
El paquete también aboga por un endurecimiento significativo en la seguridad fronteriza, buscando hacer permanente la crítica política de la administración Trump. Esto incluiría la deportación de un millón de inmigrantes indocumentados al año, la construcción de nuevos muros fronterizos y la incorporación de más de 18,000 oficiales de inmigración, además de aumentos salariales para miembros de ICE y de la Patrulla Fronteriza.
Otra de las propuestas clave contempla la protección del Medicaid, lo que implicaría la eliminación de beneficios para alrededor de 1.4 millones de inmigrantes ilegales y la exigencia de que los estadounidenses con capacidad laboral busquen empleo para acceder a ayudas gubernamentales.
El paquete también incluye incentivos económicos para los militares, cambios significativos en la gestión del tráfico aéreo, así como nuevas inversiones en defensa, que en conjunto buscan modernizar y mantener la preparación militar del país.
Además, se presentan medidas dirigidas a favorecer a los agricultores familiares mediante la eliminación del llamado “impuesto de muerte” y se proponen cambios en la política energética que tienen como objetivo aumentar la producción interna, disminuyendo así la dependencia de fuentes externas.
Por último, se destaca que este paquete busca revertir el gasto excesivo del gobierno, con una proyección de ahorro obligatorio que asciende a 1.6 billones de dólares, la cifra más alta registrada en la historia de Estados Unidos y la mayor reducción del déficit en tres décadas.
Esta polarización en la Cámara refleja un clima político tenso y dividido, donde la estrategia del partido en el poder está generando la oposición unificada de la bancada demócrata. Mientras avanza el debate, las repercusiones de estas políticas seguirán siendo evaluadas tanto por los legisladores como por los ciudadanos que sienten el impacto directo de estas decisiones.
Fuente: WhiteHouse.gov