Un terremoto de magnitud 6 ha temblado este jueves en el condado de Aheqi, ubicado en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China. El evento sísmico, que se produjo a las 15:44 hora local, tuvo una profundidad de 10 kilómetros y su epicentro se localizó en una zona montañosa cercana a la frontera con Kirguistán. A pesar de su magnitud, no se han reportado hasta el momento daños materiales ni víctimas.
La región afectada se sitúa a unos 800 kilómetros de Urumqi, la capital de Xinjiang, un área propensa a temblores debido a su proximidad a la interacción de las placas tectónicas de Asia e India, en la cordillera del Himalaya. El oeste de China, que incluye porciones de Xinjiang así como regiones como el Tíbet, experimenta con regularidad terremotos, pero por lo general, estos fenómenos no generan grandes estragos, especialmente porque la mayor parte del territorio es deshabitado.
La alerta por el temblor también llama la atención sobre la resiliencia de las comunidades en esta parte de China. A medida que los expertos analizan los datos sismológicos, la esperanza es que la calma regrese rápidamente, y que las vidas de los residentes continúen sin interrupciones significativas. La monitorización constante de la actividad sísmica se convierte en una herramienta vital en la prevención y respuesta ante tales eventos naturales.
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