La Asociación Lagunas Vivas de Villafranca de los Caballeros (Toledo), ha vuelto a realizar por tercer año consecutivo una ruta en bicicleta por el entorno de La Mancha Húmeda.
Desde su salida el viernes 30 de junio de Villafranca de los Caballeros hasta el domingo 2 que han llegado a Ruidera, comenzaron pasando por parajes como los Baños de Villacentenos, el puente del Vado Lancero, el puente de Alameda de Cervera… que si bien antiguamente tenían relación con el agua, a fecha actual lucían secos.
Pese a que las sorprendentes lluvias del mes de junio han hecho reverdecer algo la zona, este grupo de Quijotes y Dulcineas sobre dos ruedas, han constatado una vez más la presencia de arroyos y ríos secos junto a excesivos cultivos de regadíos intensivos.
La segunda jornada fue más esperanzadora ya que se unieron nuevos participantes al grupo. Y es que al igual que el río Guadiana nos agrupamos para ir cogiendo fuerza, porque no hay unanimidad para determinar el nacimiento del río Guadiana y se dice que su cabecera está compuesta por la confluencia de varios ríos, arroyos y acuíferos, entre los que destacan el Gigüela, Záncara, Guadiana Alto y Acuífero 23.
Otro de los puntos claves visitados en esta tercera expedición ha sido el de las Lagunas de Ruidera. De ellas mana el Guadiana Alto y desaguan a través de un canal donde decían tener otro de sus nacimientos el río Guadiana. Dicho canal se aprovecha agrícolamente a través del canal del Gran Prior y es regulado por el embalse de Peñarroya. Aunque nuevamente la derivación antrópica de estas aguas, la permeabilidad del suelo y la alta evaporación hacen que dicho caudal vaya mermando desapareciendo en una zona pantanosa en el municipio de Argamasilla de Alba.
Si bien la naturaleza se une para coger fuerza, las continuas actuaciones antrópicas entorno al agua la merman dejando la ruta del Camino Natural del Guadiana con los vaivenes característicos de este curioso río.
Nuevamente con el objetivo de visibilizar la problemática del agua entorno a La Mancha Húmeda se insiste en apostar ya mismo por un modelo responsable de los regadíos existentes y un control por las administraciones de los pozos y caudales extraídos (muchos ilegales) o esta Reserva de la Biosfera dejará de serlo tras poco más de 40 años desde su creación en 1981.
Esperemos aprender de la Naturaleza, aunar fuerzas entre todos nosotros como afluentes que riegan nuestra madre tierra, abrir los ojos como en su día hizo el Guadiana, y ver la vida que ello crea a su alrededor.