El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha lanzado un desafío al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante su visita a Seseña, instándole a hacer uso de su influencia para detener la tramitación de la ley de amnistía que está generando polémica en la política nacional. Tellado acusó a García-Page de no actuar coherente con sus declaraciones constitucionalistas y democráticas.
Antes de su reunión con líderes territoriales del PP, Tellado pronunció declaraciones que subrayan la disconformidad de su partido con el accionar de García-Page, llegando incluso a afirmar que García-Page está siguiendo las políticas de Pedro Sánchez y no actúa con honestidad hacia los ciudadanos.
Tellado argumentó que, frente a la actitud contradictoria de García-Page en cuanto a la amnistía, lo adecuado sería actuar para frenar la ley, y no solo colmar el debate con palabras. Asimismo, calificó al presidente castellanomanchego como el «primer sanchista de España», por alinearse con políticas que a su juicio son de engaño y confusión.
La polémica se acrecienta tras el informe de los letrados de la Comisión de Justicia del Congreso, el cual fue conocido recientemente y declara la inconstitucionalidad de la mencionada ley de amnistía. Según el portavoz del PP, este informe no se compartió con los diputados hasta después de cerrado el plazo para la presentación de enmiendas, lo que añade una capa más de sospecha y conflicto al trámite de la ley.
El tono de la cuestión aumenta cuando Tellado señala a la figura del letrado mayor de la Cámara, acusándolo de retener el informe por interés y servilismo a las ordenanzas de Pedro Sánchez y apunta a la presidenta de la Cámara como cómplice en dicho proceder.
Con estos antecedentes, Tellado insiste en que el Partido Popular empleará todas las herramientas disponibles, tanto a nivel parlamentario como judicial y mediante la movilización ciudadana, para detener lo que considera una «aberración jurídica» que no puede ser aceptada en el sistema legal español.
Por su parte, el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se sumó a la presión sobre García-Page, solicitando que este defina la dirección de voto de los ocho diputados del PSOE de Castilla-La Mancha, un gesto que podría ser decisivo en la paralización de la ley de amnistía.
