En Telecinco se respira un aire de expectación palpable. La cadena ha marcado en rojo una fecha que puede convertirse en un antes y un después en la trayectoria de Agárrate al sillón. Este concurso, que sucedió a Reacción en cadena, se encuentra en una encrucijada tras la inesperada eliminación de su actual campeón, Rafa Castaño.
El sevillano, una de las caras más conocidas del programa desde su estreno el pasado verano, dejó el concurso el 22 de septiembre después de 50 intensos episodios. Su despedida no estuvo exenta de dramatismo: en un gesto sorprendente, ofreció a su rival una parte muy reducida de su acumulado. En una charla reciente, Rafa compartió que su decisión llegó debido a la necesidad de gestionar mejor su tiempo: «Estaba yendo a grabar aprovechando días libres de trabajo y me estaba quedando sin ellos», explicó.
Tras su salida, el sillón fue ocupado por Héctor, un profesor de inglés que ha conseguido mantener su título con firmeza. Hasta el 18 de octubre, ha logrado sumar 20 victorias y acumular 81.000 euros, convirtiéndose en un verdadero rival a batir. Su racha parece imbatible, pero este lunes podría ser un día decisivo.
La cadena ha lanzado un insinuante avance que recalca la posibilidad de que «algo importante podría pasar». En esta entrega, el presentador Eugeni Alemany ha prometido un reto que podría poner en aprietos a Héctor: un nuevo concursante tiene la oportunidad de superar al invicto y, quizás, marcar el inicio de un nuevo reinado en el programa.
Sin embargo, la competición ya ha tenido sus momentos de tensión. Una semana antes, Luisfer logró igualar a Héctor en puntos, dejando claro que el campeonato no está asegurado para el profesor. Las reglas del programa dictan que el titular del sillón debe demostrar su valía para mantenerlo, y Héctor ha sabido jugar sus cartas con maestría.
El próximo episodio, que se emitirá el 20 de octubre, coincide con un notable aumento de audiencias, cuando el programa alcanzó su cifra más alta de espectadores: 831.000, lo que representa un 9,2% de share. Con este respaldo del público, la emoción está garantizada, y la tensión en el aire promete un desenlace lleno de sorpresas y emociones. La lucha por el sillón continúa, y el futuro de Héctor en el programa está en juego.
