Anoche, como ya es costumbre los jueves, El hormiguero se convirtió en el escenario de una animada tertulia de actualidad. Sin embargo, antes de abordar la política y otros temas sociales, el presentador Pablo Motos decidió hacer una pausa para indagar sobre el nuevo plan de entrenamiento de Tamara Falcó. La marquesa de Griñón, que asegura entrena cinco días a la semana, se vio envuelta en un irónico intercambio con Motos, quien mostraba escepticismo respecto a su rigurosa rutina.
“¿Tú me ves los otros cinco días de la semana que no estoy aquí?”, preguntó una indignada Falcó. Su reacción no hizo más que alimentar la broma, ya que Motos, con su característico humor, replicó: “Las famosas os hacéis cosas… ¿y cuál es tu rutina de entrenamiento?”. La charmosa aristócrata se lo tomó con humor y ofreció detalles de su método: combina ejercicios de fuerza con cardio, aunque con una pizca de sarcasmo. “Cuando te pones a arreglar cosas, lo quieres todo; aunque el resultado final siempre es sufrir”, confesó con una sonrisa.
El momento cómico continuó cuando, riendo, Falcó admitió que su verdadera afición no era el ejercicio, sino ver series en el sofá. “Entreno por obligación y para estar más sana, pero mi ejercicio favorito es eso”, reveló, despertando risas entre el público. Más tarde, Juan del Val, otro de los pesos pesados del programa, preguntó a Falcó cuánto tiempo hacía que no sentía agujetas, lo que provocó otra respuesta divertida de la marquesa: “Perdón, pero ayer tuve agujetas en los brazos”, insistió, destacando su capacidad para levantar ocho kilos con cada brazo.
No solo Falcó estaba en apuros cuando se trataba de ejercitarse; Nuria Roca también intervino para compartir su propio viaje hacia la actividad física, aunque de manera más cautelosa. La presentadora, con orgullo, mencionó que había completado 12 kilómetros en su entrenamiento. A pesar de su esfuerzo, no escapó de las bromas de sus compañeros. Falcó, en un intento por frenar las burlas, expresó su frustración: “¿Pero qué tipo de deportistas sois vosotros? Los que conozco animan a los que están empezando, pero aquí solo se ríen”, lanzó, aunque con una risa entre sus palabras.
La discrepancia en el ambiente provocó una defensa de Motos, quien intentó justificar su actitud. “Es una forma de admirar. Solo estamos comentándolo”, intentó explicar, aunque Falcó no se dejó convencer fácilmente. “No, nos estáis haciendo un poco de bullying”, lamentó, entre risas, pero al mismo tiempo a la defensiva.
Así, entre risas y chistes, la conversación sobre entrenamiento físico se convirtió en una reflexión sobre la importancia del apoyo en el deporte y cómo hasta en los momentos más ligeros se puede vislumbrar una crítica hacia la forma en que se percibe el ejercicio y sus realidades. Con la chispa habitual del programa, anoche se recordaron las pequeñas luchas cotidianas detrás de cada broma, en un ambiente ameno pero que también dejaba entrever la vulnerabilidad de aquellos que intentan mantenerse en forma.