La serie «Sueños de libertad» ha sido un fenómeno en las tardes de Antena 3, y su éxito se debe en gran parte a la profundidad de sus personajes y a las historias que han logrado conectar con la audiencia. En este escenario destaca la figura de Irene Carpena, interpretada por Ana Labordeta, quien recientemente anunció su despedida del programa, generando un vacío en el corazón de los seguidores.
La actriz ha recorrido un camino lleno de matices a lo largo de su trayectoria en la serie. Su personaje, inicialmente complejo y enigmático, ha evolucionado de manera que ha captado la atención y el cariño del público. «Al principio fue duro encontrar a Irene», confiesa Labordeta, refiriéndose a un personaje marcado por un pasado tumultuoso y por la influencia de su hermano, Pedro. Esta búsqueda de identidad ha sido uno de los ejes narrativos que han fortalecido la trama.
El viaje emocional de Irene ha incluido momentos significativos, como el reencuentro con su hija Cristina y la decisión de tomar un nuevo rumbo junto a José, el padre de la niña. Estos giros han llevado a la historia a un desenlace que, aunque melancólico, también ofrece un rayo de esperanza, un ‘feliz para siempre’ que le otorga un cierre digno al personaje. A pesar de la tristeza de la despedida, Labordeta describe la experiencia de rodar estas escenas como «muy bonita», reflejando el ambiente cálido y colaborativo que ha disfrutado con sus compañeros de rodaje.
La salida de Labordeta también abre la puerta a la llegada de nuevos personajes que revitalizarán la serie. Con cada adiós, «Sueños de libertad» se adapta y reinventa, manteniendo su esencia pero abriendo nuevos caminos narrativos.
Mientras la serie continúa su recorrido, los fans no podrán olvidar la complejidad de Irene Carpena. Su viaje, lleno de sufrimiento, redención y amor, deja una huella imborrable en quienes han seguido sus historias. Con su partida, Labordeta se lleva consigo no solo el cariño del público, sino también el reconocimiento de haber interpretado uno de los roles más significativos de su carrera. «Puede que haga alguna visitilla», sugiere, dejando entrever que el vínculo con el mundo de «Sueños de libertad» podría no haberse cerrado para siempre.

















