En un marcado giro de acontecimientos políticos en Tailandia, Paethongtarn Shinawatra, la hija del controvertido ex líder Thaksin Shinawatra, ha sido electa como la nueva primera ministra del país. La votación, que tuvo lugar este viernes en la Cámara de Representantes, vio a Paethongtarn asegurarse la victoria con 319 votos de los 493 posibles, consolidando su lugar no solo como la segunda mujer en asumir el cargo, sino también como la más joven en la historia de Tailandia en ostentar tal posición.
Este hito llega tras la reciente destitución de Srettha Thavisin, perteneciente al mismo partido Phue Thai, cuyo mandato fue cortado bruscamente por el Tribunal Constitucional. La decisión judicial, que sancionó a Thavisin por designar a un abogado condenado en su gabinete, ha sido ampliamente criticada e interpretada como una maniobra política. La subida de Paethongtarn al poder no solo es simbólica por su género y juventud, sino también por su linaje, siendo la hija del ex primer ministro Thaksin Shinawatra quien fue depuesto por un golpe militar en 2006 y cuya hermana, Yingluck, también fue destituida por el constitucional poco antes de otro golpe en 2014.
El regreso de Thaksin a Tailandia el año pasado—coincidiendo con la elección de Srettha como primer ministro— y su reciente liberación condicional después de pasar un tiempo en el exilio, han avivado las especulaciones sobre una posible reconciliación entre el exilio político y las élites monárquicas y militares del país. Sin embargo, Thaksin enfrenta ahora una acusación de lesa majestad, con un juicio programado para el lunes, lo que podría reavivar antiguas tensiones.
La elección de Paethongtarn no ocurrió en un vacío político, sino en un contexto de inestabilidad y cambio. El Phue Thai y el joven partido reformista Avanzar habían inicialmente formado una coalición tras las elecciones de mayo 2023, en las que el partido de Thaksin quedó en segundo lugar. No obstante, esta alianza se disolvió después de que el Senado bloqueara la candidatura del líder de Avanzar, obligando al Phue Thai a formar una nueva coalición, paradójicamente incluyendo a partidos vinculados con los golpistas militares, quienes habían sido sus adversarios.
El ascenso de Paethongtarn al poder protagoniza un nuevo capítulo en la tumultuosa política tailandesa, siendo una figura que encarna tanto el legado como la evolución política de su familia. La joven líder, quien hasta su elección presidía el «Comité Nacional de Desarrollo del Poder Blando», pretende no solo continuar expandiendo la influencia cultural tailandesa sino también navegar los retos de gobernar un país marcado por divisiones profundas, agitación política y la sombra larga de su linaje político. La reacción a su liderazgo, tanto a nivel nacional como internacional, ofrecerá nuevas perspectivas sobre la dirección futura de Tailandia en estos tiempos inciertos.
