Ómicron

Ómicron: cinco buenas noticias para acabar el año

La pandemia no ha terminado, y no sabemos cómo ni cuándo terminará. El nivel de incertidumbre sigue siendo muy alto. Todavía hay muchas cosas que no sabemos de ómicron y predecir cómo evolucionará el virus es muy arriesgado. No podemos descartar que incluso la situación empeore, pero también podemos encontrar algunas buenas noticias que nos permiten seguir siendo moderadamente optimistas.

¿Se estaba desinflando el teletrabajo antes de la explosión de ómicron?

Ómicron ha vuelto a despertar al teletrabajo. Parecía que, con la llegada de las vacunas y de la nueva normalidad, la explosión de teletrabajo que habíamos tenido desde que el 14 de marzo de 2020 se decretase el estado de alarma (y el confinamiento general), se empezaba a disolver como un azucarillo. Para algunos, esta hipótesis se confirmaba con datos

Ómicron: cómo actúa y cómo defendernos de la nueva variante

Ómicron suena a apocalipsis. La OMS decidió nombrar a las distintas variantes siguiendo el alfabeto griego: Alfa: B.1.1.7; Beta: B.1.351; Gamma: P.1; Delta: B.1.617.2; Epsilon: B.1.427/B.1.429; Zeta: P.2; Eta: B.1.525; Theta: P.3; Lota: B.1.526; Kappa: B.1.617.1; Lambda: C.37; Mu: B.1.621. La siguiente en la lista tenía que ser Nu, pero como sonaba a New (nuevo) decidieron pasar a la siguiente,

Ómicron: Variantes y vacunas dos años después

Al igual que cualquier otro organismo, los virus cambian con el tiempo. Debido a que son entes genómicos y a su elevada tasa de replicación, la velocidad a la que estos cambios (mutaciones) aparecen y son transmitidos a las siguientes generaciones es tremendamente elevada. Cuando una o varias de estas mutaciones se mantienen en el tiempo consideramos que existe una

Ómicron: cinco buenas noticias para acabar el año

La pandemia no ha terminado, y no sabemos cómo ni cuándo terminará. El nivel de incertidumbre sigue siendo muy alto. Todavía hay muchas cosas que no sabemos de ómicron y predecir cómo evolucionará el virus es muy arriesgado. No podemos descartar que incluso la situación empeore, pero también podemos encontrar algunas buenas noticias que nos permiten seguir siendo moderadamente optimistas.

¿Se estaba desinflando el teletrabajo antes de la explosión de ómicron?

Ómicron ha vuelto a despertar al teletrabajo. Parecía que, con la llegada de las vacunas y de la nueva normalidad, la explosión de teletrabajo que habíamos tenido desde que el 14 de marzo de 2020 se decretase el estado de alarma (y el confinamiento general), se empezaba a disolver como un azucarillo. Para algunos, esta hipótesis se confirmaba con datos

Ómicron: cómo actúa y cómo defendernos de la nueva variante

Ómicron suena a apocalipsis. La OMS decidió nombrar a las distintas variantes siguiendo el alfabeto griego: Alfa: B.1.1.7; Beta: B.1.351; Gamma: P.1; Delta: B.1.617.2; Epsilon: B.1.427/B.1.429; Zeta: P.2; Eta: B.1.525; Theta: P.3; Lota: B.1.526; Kappa: B.1.617.1; Lambda: C.37; Mu: B.1.621. La siguiente en la lista tenía que ser Nu, pero como sonaba a New (nuevo) decidieron pasar a la siguiente,

Ómicron: Variantes y vacunas dos años después

Al igual que cualquier otro organismo, los virus cambian con el tiempo. Debido a que son entes genómicos y a su elevada tasa de replicación, la velocidad a la que estos cambios (mutaciones) aparecen y son transmitidos a las siguientes generaciones es tremendamente elevada. Cuando una o varias de estas mutaciones se mantienen en el tiempo consideramos que existe una

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