El héroe goleador del Cádiz
Aterrizó en Cádiz sin hacer ruido y sin historial en el fútbol español, pero bastaron un par de encuentros para que Iuri Tabatadze se convirtiera en uno de los preferidos de la afición gaditana. Con apenas 50 minutos sobre el césped, el delantero georgiano firmó tres tantos determinantes que ya han sumado cuatro puntos y mantienen al equipo en la parte alta de la tabla y con la ilusión despierta para volver a Primera.
En cuestión de minutos, el extremo de 25 años conquistó a la afición amarilla con una aparición luminosa. Aunque reconoce que aún tiene margen de mejora, su estreno oficial fue soñado: ingresó en el 86’ ante el Albacete y en el 92’ selló el tanto que dio el triunfo al elenco de Garitano. Hablar de un futuro en un equipo de élite como Atlético, Villarreal o Sevilla no es para nada aventurado o prematuro.
Licencia de killer
Un tanto cada 15 minutos en sus primeras apariciones es el promedio de Iuri. Una marca inédita en casi tres décadas. Tabatadze se convierte en el sexto futbolista en anotar tres dianas en sus dos primeros choques con el Cádiz y el primero en hacerlo en pleno siglo XXI, un hito que no se veía desde Miguel Puente en la 97-98.
Agresividad en los desmarques, oportunismo para aparecer en el momento justo y una notable capacidad de definición con pocos toques. Si bien el oriundo de Kutaisi no es un delantero de gran elaboración, ha demostrado verticalidad, un juego directo y con olfato goleador, capaz de cambiar el rumbo de un partido con su instinto y ambición.
Acierto del scouting amarillo
Pocos tenían conocimiento de Iuri. El atacante llegó procedente del FC Iberia 1999. En la pasada temporada firmó 13 tantos y 2 asistencias, tras una carrera centrada en la liga georgiana y un breve paso por el fútbol eslovaco. Además, acumula experiencia en rondas clasificatorias de Champions, Europa League y Conference League, un aval que refuerza su valor como incorporación.
Tabatadze tiene contrato en el Nuevo Mirandilla hasta 2028. De seguir con esta marcha goleadora parece improbable que pueda terminar de cumplir su vínculo sin antes saltar a Primera. Por el momento, los cadistas lo disfrutan y se esperanzan con enarbolar las banderas de un nuevo ídolo.