En un episodio de alta tensión se convirtió la última emisión de «Espejo público», el conocido magacín matinal de Antena 3, este martes 4 de febrero. El programa dirigido por Susanna Griso decidió profundizar en el aumento de violencia de hijos hacia sus padres, una problemática social que ha ganado visibilidad en los últimos años. Para ello, el equipo de producción invitó a Carmen, una madre que atravesó una experiencia extremadamente desafiante con su hijo de apenas 13 años, lo que la llevó a abandonar su hogar como medida desesperada.
La conversación tomó un giro inesperado cuando Carmen, desde el inicio de su intervención, manifestó su disconformidad con la caracterización que el programa había hecho de su caso. A diferencia del ángulo de «violencia filio-parental» que el programa parecía sugerir, la invitada enfatizó que su hijo nunca le había agredido físicamente. Según Carmen, el joven simplemente no sabía manejar su frustración, lo que resultaba en ataques de ira donde rompía objetos, pero siempre se mostraba arrepentido después de sus acciones.
Según la madre, la situación dio un giro positivo gracias al apoyo recibido por parte de la Fundación Amigó, una organización que les proporcionó herramientas para entender y abordar la problemática que enfrentaba su hijo. Ella destacó que su hijo había mejorado significativamente su comportamiento, al punto de estudiar para convertirse en integrador social y ayudar a otros jóvenes con problemas similares.
Sin embargo, los presentadores del programa, entre ellos Miquel Valls y la propia Susanna Griso, intervinieron para recordarle a Carmen los difíciles momentos que había vivido, cuestionando su perspectiva positiva y recordándole la gravedad de tener que abandonar su hogar. Griso, con la intención de esclarecer la situación, llegó a leer una ficha sobre Carmen que detallaba episodios de agresividad extrema, aunque no física, vividos por la invitada y su decisión final de dejar España por seis meses.
La discusión sobre qué constituye la violencia, y cómo debe ser abordada, creó momentos de alta tensión en el programa. Jero García, coach y especialista en comportamiento juvenil, intervino para caracterizar los comportamientos del hijo de Carmen como «violencia de todo tipo», a lo que ella no estuvo de acuerdo, señalando una diferencia entre la violencia física, psicológica y verbal.
El momento culminó con Carmen mostrándose visiblemente frustrada y retirándose del enlace en vivo, evidenciando el desacuerdo sobre cómo se había manejado y presentado su historia. La postura de Carmen, firme en destacar el progreso y la mejora en la conducta de su hijo, contrastó con la narrativa previamente establecida por el programa, desatando un debate sobre la representación de casos familiares complejos en los medios y la importancia de tratar estos temas con sensibilidad y precisión.