El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido revisar de manera expedita la legalidad de los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump desde su regreso al poder en enero. Este paso es crucial para el mandatario, quien considera que mantener estos aranceles es esencial para sustentar su estrategia económica y su guerra comercial. Las audiencias están programadas para principios de noviembre, lo que podría influir en el rumbo de las relaciones comerciales del país.
La resolución surge tras la apelación de Trump a una decisión de un tribunal federal que declaró ilegales estos aranceles, argumentando que se habían impuesto bajo una ley destinada a emergencias. La administración ahora busca que el Tribunal Supremo se pronuncie rápidamente sobre su autoridad para establecer tarifas comerciales, lo que inquieta a los sectores económicos que dependen de un marco comercial claro y estable.
Los aranceles en cuestión incluyen un 34% para productos chinos y un 10% para el resto del mundo, además de un 25% aplicado a ciertos bienes de Canadá, México y China debido a preocupaciones sobre el tráfico de drogas. Aunque un fallo anterior no ha eliminado su vigencia, estos aranceles seguirán aplicándose hasta el 15 de octubre, mientras el tribunal evalúa la apelación presidencial.
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