En una emotiva despedida de «Supervivientes 2025», Terelu Campos decidió abandonar el programa, no sin antes compartir algunos de los episodios más dolorosos y significativos de su vida, bajo el marco del segmento conocido como el Puente de las Emociones. Campos, quien estaba a solo tres días de alcanzar un hito personal igualando a su hermana Carmen Borrego en el concurso, se abrió en cuerpo y alma frente a la audiencia, compartiendo sucesos que marcaron su adolescencia, éxitos, amores, y sus experiencias como madre y abuela.
Entre lágrimas, Campos narró el impactante recuerdo de cómo su vida cambió en el verano de 1984, cuando su padre, entonces director de Radio Nacional de Marbella, tomó la decisión de quitarse la vida. Este episodio, pocas veces mencionado por ella en televisión, resurgió en la isla, demostrando el profundo dolor que todavía alberga. «Tuvieron que pasar 25 años hasta que le perdoné. Le he perdonado, pero no puedo olvidar todo», expresó, evidenciando la complejidad de sus sentimientos hacia la figura de su padre.
El relato continuó con un repaso por la lucha de su madre post tragedia, quién según Campos, fue injustamente señalada de tener alguna culpa en la decisión del padre. Este suceso los unió como familia y sirvió de lección sobre la unidad y el apoyo mutuo en los momentos más difíciles.
Campos también compartió la dura batalla que enfrentó contra el cáncer en dos ocasiones, señalando que fue durante su segunda lucha contra esta enfermedad que se sintió verdaderamente vulnerable. A pesar de su intento por mantenerse fuerte ante su familia, especialmente por su hija Alejandra Rubio, Campos no pudo evitar derrumbarse al recordar los momentos de debilidad.
Otro de los significantes momentos compartidos por Campos tuvo que ver con su rol de abuela, expresando su felicidad y orgullo por su nieto y la pareja de su hija, solicitando compasión y apertura para con el padre de su nieto.
La salida de Terelu Campos de «Supervivientes 2025» ha dejado un hueco en el corazón de la audiencia, quienes no solo la han visto enfrentarse a los desafíos físicos del programa, sino abrir su corazón de una manera pocas veces vista. Con su partida, Campos no solo deja la isla, sino una marca imborrable de humanidad y valentía frente a los golpes que la vida le ha presentado.